Patio de la calle Tejón y Marín con árboles
Patio de la calle Tejón y Marín con árboles - VALERIO MERINO
CONFERENCIA

Naranjos y jazmines en los abuelos de los Patios de Córdoba

Antonio José Díaz bucea en documentos para reconstruir cómo eran los vergeles del Siglo de Oro

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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Algo debía de tener el patio de importante cuando Luis de Góngora, avisado por sus amigos de que el administrador de su casa de Córdoba no lo tenía tan cuidado como debía, decidió, entonces desde Madrid, urgirle a que cambiara: «El cuarto del jardín me dicen que da vergüenza verlo», le reprochó, avisado por sus amigos de la situación.

Ya en aquel tiempo el patio, que entonces se conocía más bien como jardín, era importante. Para hablar de esta prehistoria, Antonio José Díaz Rodríguez ofreció este jueves una conferencia dentro del ciclo «El Archivo del Tiempo», en el Archivo Histórico Provincial, en la que volvió la vista atrás hacia cómo podían ser estos recintos en los siglos XVI y XVII, según los reconstruido por distintos documentos.

Para empezar, el patio era sobre todo un concepto «arquitectónico». Era el espacio por el que entraba luz y al hablar del lugar exornado con plantas se hablaba de jardín y también de vergel. En ellos era fundamental la presencia del pozo o de la fuente, que no sólo ornamentaba, sino que con los canales también dividía toda la zona, y sobre todo la abastecía de agua.

Hierbas aromáticas

Como los actuales, estaba exornado, aunque Antonio Díaz apuntó a que eran especies muy distintas. «Eran mucho más verdes que ahora», explicó, antes de recordar que plantas que hoy son tan características de los patios como los geranios y las gitanillas, ni siquiera se conocían. «Sí había más árboles, y en particular naranjos y cítricos en general, algunos de ellos hoy más raros, como las limas y los cidros, que se usaban en parterres y también como espalderas», explicó Antonio Díaz, que mostró cómo en los documentos aparece una forma de cultivar el naranjo que es propia de Córdoba.

Documentos sobre jardinería expuestos en el Archivo Histórico Provincial
Documentos sobre jardinería expuestos en el Archivo Histórico Provincial - ABC

De estos árboles se apreciaba la fruta en el caso de que fuera comestible, pero sobre todo su flor, el azahar, porque se buscaba que perfumasen y ornamentasen, algo que compartían con el jazmín, otra especie que también era muy característica de estos recintos en este momento. «Los cordobeses apreciaban también las hierbas aromáticas, que luego servían para la cocina, como hierbabuena, albahaca, melisa y romero, entre otros, además del arrayán», que sigue presente en los patios de hoy, según Antonio Díaz. Abundaba más el verde, pero también había flores, como azucenas, narcisos y violetas. «Incluso había bambú, quizá por influencia nazarí», recordó.

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