Isabel Jurado y Rafael Aguilera, arte en Japón para superar el virus

«El mundo no puede detenerse por la pandemia . O, al menos, yo no puedo pararme dos años hasta que todo vuelva a la normalidad». El año pasado, cuando el coronavirus se propagaba por el planeta, eso fue lo que pensó el lucentino Iván Aguilera Jurado, hijo de los famosos pintores Rafael Aguilera e Isabel Jurado. Con un programa europeo de difusión cultural e internacionalización promovido por la Junta de Andalucía y un proyecto de exposición acordado en China , se encontró con que la frontera estaba cerrada a los extranjeros por el coronavirus.

Sin desanimarse, buscó otras opciones y, a pesar de la pandemia , ha podido llevar a cabo una exposición itinerante que, desde el 27 de enero, ha recorrido cuatro ciudades de Japón : Ashiya, Kobe, Kioto y Tokio, donde continuará hasta el 7 de marzo. Con el título ‘Diálogos Hispano-Asiáticos’ , dicha muestra recopila una treintena de obras de Isabel Jurado y Rafael Aguilera con temática o inspiración oriental. Todos estos dibujos, acuarelas, óleos y acrílicos se basan en personas, paisajes o técnicas que ambos artistas han conocido gracias a sus relaciones con amigos e intelectuales de China, Singapur y Japón. No en vano, la primera exposición que el matrimonio celebró en Asia fue en la ciudad nipona de Osaka en 1988, después de tener en Córdoba sus primeros contactos con artistas y técnicas de ese país.

«Por el éxito que lograron con aquella muestra, en la que vendieron todas las obras que trajeron, siempre teníamos en mente volver a Japón , pero en los últimos años hemos estado más enfocados en China », cuenta por videollamada Iván Aguilera , hijo de la pareja, desde la galería de Tokio Japan Creative Arts . Embarcado en la misión de difundir la obra de sus padres, dejó España en diciembre y recaló primero en Corea del Sur , donde tuvo que hacer una cuarentena de dos semanas encerrado en una habitación de hotel.

Tras su paso por Seúl, aterrizó en Tokio justo un día antes de que la autoridades niponas volvieran a cerrar la frontera por el repunte del coronavirus en Navidad. Si hubiera volado solo un día más tarde, no habría podido entrar en el país ni organizar la exposición. «Fue una cuestión de suerte y la muestra ha sido todo un éxito, sobre todo en Kobe y Kioto, con 60 o 70 personas visitando la galería todos los días», narra Aguilera. Su alegría es doble: primero porque «la acogida ha sido muy cariñosa» y segundo por «la vuelta a la normalidad que representa organizar un acto de este tipo».

«Me emocionaba ver a los ancianos aparcar su bicicleta a las puertas y entrar para disfrutar de los cuadros», dijo. Además de los cuadros se puede ver también un vídeo que recopila sus creaciones y el documental sobre su vida, ‘Los pintores nuevos’, de Isidro Sánchez, premiado el año pasado en el Art Non Stop Festival de Buenos Aires.