Batalla en el «tripartito» por la Mezquita-Catedral

Problemas en el paraíso del «tripartito» que «de facto» dirige la ciudad, conformado por PSOE, IU -los dos primeros integran el gobierno municipal- y Ganemos (fuerza apoyada por Podemos). La titularidad de la Mezquita-Catedral les ha expulsado del cielo de esas relaciones idílicas que les gusta vender y les ha arrojado al infierno de los estacazos dialécticos, con dos bandos diferenciados. ABC analiza esta batalla en un amplio reportaje que se puede leer hoy íntegro en la edición de papel o en la digital ( Kiosko y Más).

La coalición de izquierdas y, sobre todo, Ganemos son partidarios de pisar el acelerador en la lucha por lograr que el principal monumento de la ciudad sea público mientras los socialistas, con la alcaldesa, Isabel Ambrosio, al frente va con pies de plomo. El PSOE en Córdoba y en la Junta se mueve en esta cuestión por los empellones de la izquierda más ortodoxa y para hacer guiños a un sector del electorado más que por convicción.

A buen seguro, a diferencia de sus socios de gobierno, no obvia los argumentos legales e históricos que avalan la propiedad eclesiástica y que convertirían un procedimiento legal en casi un suicidio.

La regidora se ha topado esta semana en Capitulares con que se le despertaban los demonios interiores del «tripartito». El martes, 44 asociaciones o sindicatos, como CC.OO., dirigían un escrito a la primera edil demandándole que actuara ya en la reclamación de la titularidad pública de la Mezquita-Catedral. Entre las medidas que planteaban estos colectivos, estaba la de que el Consistorio acudiera al Registro de la Propiedad a inscribir el principal templo de la Diócesis. Ganemos admitió que se buscaba crear un conflicto jurídico.

La regidora mandó parar. Y advirtió de que había encargado un informe a la Asesoría Jurídica, pero ya avanzó, a la espera del documento definitivo, que «en ningún momento de la historia el Ayuntamiento ha sido titular o propietario de la Mezquita-Catedral». Eso lógicamente hacía inviable ir al Registro de la Propiedad.

Directo de IU al PSOE

Un mensaje muy distinto llegó de IU y, sobre todo, de Ganemos. En las filas del primer partido, el primer teniente de alcalde, Pedro García (IU), indicó que «desde el Ayuntamiento hay un compromiso para trabajar hasta las últimas consecuencias jurídicas, administrativas, políticas y legales para que se revierta la propiedad» de la Mezquita-Catedral.

Más rotundo fue el edil de Ganemos Alberto de los Ríos, que respaldó el documento de los 44 colectivos. Llegó a decir que la reivindicación de la propiedad pública de la Mezquita-Catedral pasa incluso por «poner en desafío las leyes». Y, por si se le había ido el santo al cielo a la alcaldesa, le recordó uno de los puntos del acuerdo de PSOE, IU y Ganemos que permite a Ambrosio gobernar. Es el número 40, que «habla de la reclamación de la titularidad pública de la Mezquita y de todos los bienes inmatriculados usurpados [por la Iglesia]». Y ese acuerdo, advirtió, hay que cumplirlo para «no pasar a la historia como los que no hicimos nada». Y Ganemos ya ha demostrado que no se arruga cuando considera un tema vital y en éste parece que le va la vida.

El siguiente en entrar en liza el mismo miércoles fue el PP. Pidió al secretario del Pleno, Valeriano Lavela, que emitiera un escrito acreditando que el histórico monumento nunca ha estado en el inventario de bienes municipales, lo que «vendría a corroborar que no existe ningún atisbo de titularidad municipal» de él.

Y efectivamente este funcionario, uno de los de más alto rango, certificó lo planteado por los populares. Pero el secretario del Pleno no se queda ahí. Piensa que cabría reclamar en los juzgados, por la vía de lo civil, la inmatriculación de la Mezquita-Catedral para declararla nula de pleno derecho, lo que plasmará en un informe.

No ha entusiasmado el documento fantasma a la alcaldesa, que reconoció ayer haber conocido la posición de Lavela por los medios. Sostuvo que está «interesada en conocer las posibilidades» que ofrece la vía abierta por el secretario del Pleno, aunque desde la «cautela». Y es que, advirtió, «no se puede optar por medidas que no tengan todas y cada una de las garantías para saber que, a pesar de los riesgos y a pesar de la valentía que hay que tener en estas situaciones en las que no tienes el cien por cien de la seguridad, existen por lo menos opciones de que la realidad [de la Mezquita-Catedral] se puede cambiar». Vamos, que muy fundamentado tendrá que estar el informe de Lavela para que ella dé un paso adelante.