PRIMERA PLANA
Final agridulce en el caso Guadalquivir Futuro
Me sabe mal no ver caer todo el peso de la Ley sobre estos delincuentes, pero paladeo ver cómo se les hundió el chiringuito
El caso de la Fundación Guadalquivir Futuro no acabará en juicio . Sus tres responsables — dos de ellos destacadísimos militantes del PSOE cuando se produjeron los hechos: presionaban a parados que contrataban con fondos de la Junta y se quedaban con parte de sus sueldos — evitan la cárcel , gracias a un acuerdo entre Fiscalía, acusaciones y defensas . Cada uno es condenado a tres años de prisión por delitos contra los trabajadores y de fraude de subvenciones. El pacto se basa más en el reconocimiento de los daños causados: deberán abonar las cantidades que obligaron a los empleados a entregarles -a día de hoy son los dos que acudieron a la vía penal y habrá que ver cuántos más se benefician del acuerdo- y aportar 2.000 euros a cada uno de ellos por perjuicios morales.
Es un final agridulce . Me sabe mal no ver caer todo el peso de la Ley sobre estos deleznables delincuentes —en el ‘top ten’ de los hurtos mezquinos, está muy arriba lo de robarle parte de la nómina a parados contratados con fondos públicos;o sea, de todos nosotros—. Pero, al menos, paladeo observarles condenados y ver cómo se les ha venido abajo el chiringuito a unos personajes tan despreciables, a partir de las informaciones que empezó a publicar ABC Córdoba en 2016 y que se han confirmado de cabo a rabo.
Alimentados inexplicablemente —era un colectivo joven y sin estructura— por grandes inyecciones de fondos de las Administraciones , sobre todo de la Junta (entonces, socialista), para desarrollar programas de empleo y ayuda alimentaria y amparados en su condición de ‘guardia de corps’ del PSOE en la zona Sur , los responsables de la Fundación se sintieron intocables . Eran los reyes del mambo hasta que la música dejó sonar, porque hubo contratados que se plantaron ante la extorsión de tener que pagar por trabajar y este periódico se hizo eco de sus denuncias tras comprobar que eran ciertas. Fue el principio del fin de la oenegé que se montaron para beneficiarse a sí mismos .
Ahora, sería bueno que el PSOE no insulte la inteligencia de los cordobeses, como acaba de hacer su portavoz en el Ayuntamiento y exalcaldesa , Isabel Ambrosio, al asegurar lo siguiente:«No había unas vinculaciones [de los condenados con su partido] más allá de la pertenencia a la militancia». ¿Sí?Ayudemos a la exregidora a hacer memoria. Uno de los condenados es la presidenta de Guadalquivir Futuro, Ángeles Muñoz , que llegó a ser la decimoquinta en la lista del PSOE a las municipales de 2011 en la capital. Y otro es Cristian Menacho , hijo de la primera, que, cuando estalló el caso era líder de las Juventudes Socialistas en nuestra ciudad y que en la ‘plancha’ del puño y la rosa de las municipales de 2015, la que encabezó la propia Ambrosio, ocupó la décima plaza —de hecho, estuvo cerca de ser edil—. Continuo recordando el nulo apoyo que tuvieron los trabajadores de la Fundación, nada más desatarse el escándalo, por parte de los socialistas y de la Junta, entonces dirigida por el PSOE, que sólo se movieron arrastrados por la gravedad de los hechos. Y sólo añado una gran guinda: en 2015 , en su condición de líder nacional de los socialistas, Pedro Sánchez acudió a un acto de Guadalquivir Futuro . Eran militantes destacados del PSOE, salvo que este partido lleve años sorteando los puestos en sus listas sin avisar. Y defraudaron fondos públicos. Son hechos probados. Demostrado está también que el PSOE no quiere hacer autocrítica.
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