Arranca el congreso que analiza a Córdoba como ciudad de encuentro y diálogo

Córdoba acoge desde hoy y hasta el miércoles -sus actividades paralelas se prolongarán hasta el día 17- el congreso «Córdoba, ciudad de encuentro y diálogo», organizado, entre otros, por la Universidad de Córdoba (UCO); la Universidad Internacional de Andalucía o la Unesco. El encuentro analizará las relaciones entre Europa y el Mediterráneo; la experiencia de la transición tunecina; las identidades religiosas o «la proyección de Córdoba como ciudad referente en todo el mundo de la convivencia entre culturas».

Precisamente en esta línea, Sami Naïr, politólogo, filósofo, sociólogo y uno de los más prestigiosos expertos en movimientos migratorios y política del Mediterráneo y director del Foro Mediterráneo (uno de los organizadores del cónclave), ha incidido en la jornada de apertura en que se ha elegido Córdoba por ser la «ciudad del encuentro y la paz por antonomasia».

Y ha destacado que sólo con nombrar Córdoba ha sido suficiente para que no fallara ninguno de los ponentes.

Y se trata de un cartel interesante, al que pondrá el cierre el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero con una conferencia sobre el «Diálogo de civilizaciones». El que fuera máximo responsable del país de 2004 a 2011 sigue defendiendo su planteamiento de la Alianza de Civilizaciones.

De vuelta a la sesión inaugural, Ben Moussa, premio Nobel de la Paz 2015, compartido, por su contribución a la construcción de una democracia plural en Túnez, ha indicado que acude a esta cita para hablar de la exitosa transición política tunecina. Igualmente, se ha mostrado crítico con las deportaciones de refugiados que realiza la UE. Ha asegurado que escapan de la muerte -en alusión a que muchos de ellos vienen de Siria- «y no pueden ser deportados», salvo en casos de personasl ligadas al terrorismo.

En el acto de inauguración, también han participado la presidenta de la Junta, Susana Díaz, o la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio. La regidora ha indicado que el congreso sitúa a Córdoba como «un lugar de referencia en el debate sobre la solidaridad y la tolerancia», siendo «la política de paz la seña de identidad de esta ciudad».