Sanlúcar de Barrameda, un paseo entre bodegas y palacios

Su patrimonio, su gastronomía y su cercanía a Doñana son solo algunos de los alicientes que esta ciudad gaditana ofrece al que la visita

Sanlúcar de Barrameda, un paseo entre bodegas y palacios ABC

Isabel Aguilar

Cualquier epoca del año es buena cuando se trata de visitar Sanlúcar de Barrameda , pero el verano le imprime una luz y una magia especial a esta ciudad que nunca deja de hipnotizar al que la recorre y que encierra infinidad de encantos que merece la pena conocer. Su historia como puerto hacia las Américas , su monumentalidad heredada de los ducados de Medina Sidonia y Montpensier, y su tradición bodeguera hacen que este destino sea un paraíso para todo el que busca cultura, arte y gastronomía junto al mar.

La ciudad, declarada Conjunto Histórico ABC

La ciudad, declarada Conjunto Histórico , luce un marcado aire señorial y posee una genuina estructura urbana que se caracteriza por estar dividida en dos grandes núcleos: el Barrio Alto y el Barrio Bajo. El Barrio Alto es el núcleo histórico y monumental, compuesto por angostas calles de blancas fachadas y aristocráticos palacios. Entre ellos destacan el Palacio de Orleans y Borbón, actual sede del Ayuntamiento y construido como residencia de verano de Antonio de Orleans, hijo del rey Luis Felipe de Francia y doña Luisa de Borbón, hermana de Isabel II.

Otro de los palacios que salen al paso del visitante es el Ducal de Medina Sidonia, declarado Monumento Histórico Artístico en 1978 y ubicado en la frontera natural que une el Barrio Alto y el Barrio Bajo de esta localidad. Contiene el archivo de la llamada «Duquesa roja» , Isabel Álvarez de Toledo, considerado uno de los mejores archivos históricos del mundo.

En las cercanías se sitúa el Arquillo o Puerta de Rota; el Castillo de Santiago, construido en el siglo XV por el duque de Medina Sidonia Enrique Pérez de Guzmán «El magnifico», un edificio dotado de unas impresionantes vistas a la desembocadura del río Guadalquivir; o el Convento de las Descalzas, con un interesante retablo barroco y una biblioteca que alberga una carta de Santa Teresa de Jesús y una copia de la obra poética de San Juan de la Cruz con anotaciones manuscritas suyas. Bajando por la Cuesta Belén hacia el Barrio Bajo, se sitúan el Auditorio de la Merced, un convento mercedario del siglo XVII, y las Covachas, una arcada gótica que es una de las imágenes mas representativas del municipio.

Pero mas allá de su rico patrimonio, Sanlúcar de Barrameda está cuajada de bodegas, miradores, rincones con encanto, bulliciosas plazas y un colorido ambiente en cualquier momento del año. Sentarse a saborear su sol y su gastronomía en los veladores de la Plaza del Cabildo o de Bajo de Guía es un placer al alcance de todos.

Ruta por las bodegas

El genuino microclima que posee la ciudad es fundamental para la crianza de la manzanilla , su vino más representativo. Es un caldo seco apropiado para aperitivos, de color dorado, que se cría en barriles de roble blanco en las bodegas del casco urbano, las llamadas «catedrales del vino». Están integradas a la perfección en la estructura urbanística de Sanlúcar concentrándose en su Barrio Alto, en el que se ubica el Museo Barbadillo de la Manzanilla, que se puede conocer a través de visitas guiadas que incluyen catas e incluso degustaciones de ibéricos. La tradición bodeguera se instaló con fuerza en la localidad en el siglo XIX y ayudó a superar las décadas e incluso siglos de declive que vivió después de que los duques de Medina Sidonia perdieran el señorío de la ciudad en el siglo XVII. Sanlúcar de Barrameda se integra históricamente en las Denominaciones de Origen Jerez, Vinagre, Brandy de Jerez y Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda. La Gitana, La Cigarrera (la más antigua de Sanlúcar, 1758), Herederos de Argüeso o Bodegas Portales Pérez-Los Caireles son otras de las que cuentan con más arraigo en la ciudad.

Puerta de Doñana

La relación entre Sanlúcar y Doñana siempre ha sido muy estrecha. De su pantalán sale el buque «Real Fernando» , que realiza la travesía por el río hasta su desembocadura para conocer Doñana. Esta nave recuerda en su aspecto y su nombre al primer barco de vapor que recorrió la desembocadura del río Guadalquivir trasladando mercancías y pasajeros . Desembarca en «El Poblado de la Plancha», dentro del Parque Nacional de Doñana, con una parada aproximada de una hora donde se hace una recorrido peatonal y guiado para visitar las chozas del pinar, los «Llanos de Velázquez» y los «Llanos de la Plancha», lugares de asidua afluencia de fauna.

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