La falta de agua comienza a ser «preocupante», dice Asaja

La prolongada carestía de agua empieza a preocupar «seriamente» a los agricultores y ganaderos de la provincia de Cádiz en especial a los que cultivan en secano -el agua de riego está garantizada por las reservas de los embalses- hasta tal punto que algunos están pensando en no sembrar cereales esta temporada y sustituirlos por girasol; pero mirando también con el otro ojo a las directrices de la Política Agraria Común (PAC), según ha indicado el presidente de Asaja Cádiz, Manuel Vázquez, ante la necesidad de compatibilizaros con las normas europeas. No obstante, ya hay explotaciones donde no se ha sembrado trigo duro, que es uno de los principales cultivos de la zona.

El año meteorológico no ha podido comenzar peor con un otoño a punto de finalizar muy seco.

En Jerez las precipitaciones sólo han aportado 119 litros por metro cuadrado durante este último trimestre -según los datos proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)-. Se viene de un resto del año seco también. Baste decir como otro dato orientativo de esta carestía de agua que el río Guadiaro -cuyas aguas pueden ser trasvasadas a la cuenca del Guadalete- ha recibido 300 litros esta «otoñada» frente a los 410 del pasado periodo. Como otro dato comparativo de esta falta de precipitaciones común a gran parte de España su media anual de litros recogidos fue de 823 durante los últimos años mientras que el pasado año hidrológico fueron 619, según los datos proporcionados por la Agencia Andaluza del Medio Ambiente y Agua.

Vázquez ha destacado que se viven momentos de «incertidumbre» entre los agricultores de cereal pues bien se encuentran en la situación de que algunos productores han sembrado y su cultivo ha nacido en condiciones, pero está mermando ante la falta de agua; bien otros que haya nacido la simiente, pero que esté en malas condiciones ante la falta de «jugo»; y bien otros que ni tan siquiera hayan sembrado ante las malas previsiones meteorologicas. Ante esta falta de agua (aún no calificada de sequía oficialmente) algunos productores han decidido resembrar de nuevo y otros se plantean sembrar esos cultivos alternativos como las pipas. Todavía no hay datos cuantitativos de estos cambios, si es una práctica generalizada o bien ocurre en pocos casos, aunque ningún agricultor de la Campiña niega que la situación comienza a ser preocupante, porque también se acerca el fin de las fechas óptimas para sembrar cereales. El problema añadido, ha agregado Vázquez a ABC; es la mala previsión meteorológica -desde el punto de vista agrícola- para las próximas fechas.

Y otro hándicap más para el sector: mañana día 21 finaliza el plazo que los agricultores tienen para contratar el seguro para amparar al mayor número posible de agricultores que quieran garantizar sus explotaciones frente a las adversidades climáticas.