Semana Santa en estado puro

Con el Jueves Santo la Semana Santa llega a su culmen, a la cima de emociones, sentimientos, a lo que todo el mundo espera. El Jueves Santo tiene sabor a noche y madrugada, la que conquistan los Nazarenos que se convierten en los dueños de la calle, en los señores del pueblo.

Comenzó el día nublado y la preocupación se instaló, sobre todo tras las últimas jornadas y las buenas temperaturas, pero el tiempo respetó y se pudo vivir un Jueves Santo pleno y lleno de grandes momentos. La tarde fue despejando las dudas y aunque sí hizo más fresco, también se vivió con mayor intensidad y la devoción y el calor de la cantidad de personas que se vuelcan con este día, hizo que apenas se notara esta bajada de temperaturas.

San Fernando

En La Isla se está viviendo una semana Santa muy especial y, que refuerza el sentir de la Pasión isleña y su candidatura a ser una de las que seguir en toda Andalucía. Ayer puso cuatro pasos en la calle además de la ‘madrugá’ del Nazareno.

Una jornada que tiene varios puntos bien diferenciados qué atender y que va desde las barriadas al casco histórico de la ciudad. La primera en salir fue Tres Caídas, una hermandad que comenzó a procesionar en 2010 y que, a pesar de no tener muchos años, se ha hecho con un hueco especial en este día. Y es que su discurrir por la Venta de Vargas de recogida y la cantidad de saetas que se realizan en este mítico establecimiento, hacen que sean cientos de personas la que esperen uno de los grandes momentos de la Semana Santa de San Fernando. Además se trata de un paso que impone de gran calidad artística.

Otro paso que tiene un gran recorrido es el del Perdón, que sale de la Casería, un barrio marinero para poner la atención sobre un crucificado que hizo brecha en la Semana Santa y que poco tiene que ver con tallas similares.

Misericordia cerró la Semana Santa de La Pastora, esa que es tan especial, con un cortejo muy cuidado y estrenando la nueva mesa para el paso de palio y nueva Santa Faz. Expiración ofreció la restauración y pintado del misterio y la restauración y plateado de los respiraderos del paso de palio.

Así hasta la madrugada del Nazareno, El Viejo, como conocen al que es Regidor Perpetuo de la ciudad. La talla con mayor devoción y que sale a las dos de la mañana para recogerse hoy a las nueve y media.

Jerez

En Jerez el Jueves Santo es otro Jueves Santo dentro de la provincia. Aquí demuestra que se trata de la ciudad cofrade, que ahora mismo no hay localidad que pueda compararse con ella y que su Semana Santa es una de las que se debe tener en cuenta en toda Andalucía e incluso en España. Cinco cortejos procesionan durante el Jueves Santo a los que se suman los otros cinco de la madrugada. Es otro sentir, es el gran día, el momento y se vive con fervor, con devoción y con intensidad, con mucha intensidad.

El gran protagonista fue Vera Cruz que se encuentra ya inmerso en la conmemoración de su 475 aniversario. Representa a tres crucificados. Jesús muerto, San Dimas, a la derecha de Jesús, ruega por Él, y Gestas, a la izquierda de Jesús se ríe de Jesús y en esta ocasión presentó grandes estrenos, entre los que destacó el Paso alegórico del Triunfo de la Santa Cruz, en plata y Carey pictórico, con faroles y ángeles tenantes, con las armas Christi portado sobre los hombros de una docena de hermanos, así como el nuevo palio de respeto que iba tras este paso.

La Redención por su parte estrenó nuevo juego de potencias, de los talleres Orfebrería Sevillana. Dorado de la canastilla, crestería y esquinas del frontal del paso. La Lanzada volvió a ofrecer la magnitud de su paso y grandiosidad sobre todo por La Carpintería Baja a la vuelta y su recogida. Oración en el Huerto mostró los faldones para el misterio, cíngulo para el Señor, rostrillo para la Virgen y restauración de los varales del paso de palio. Mientras que Mayor Dolor también tenía un gran estreno, la restauración del manto de la Virgen del Mayor Dolor, por el taller de Jesús Rosado.

Y ya en la madrugada son varios los pasos que se dejan sentir de una forma especial, que fieles y devotos buscan que colman de saetas, de piropos y que miran con pasión. Las Cinco Llagas es uno de ellos, que deja momentos muy especiales, sobre todo en su discurrir hacia la recogida.

El otro es el Nazareno que presenta a Jesús cargando con la cruz, mientras que el sayón Marquillo empuja a Jesús. Resulta complicado describir lo que este paso levanta a lo largo de su cortejo. La Yedra, La Buena Muerte y San Crucifijo completan esta gran jornada que se expande hasta la mañana de hoy.

El Puerto

En El Puerto la jornada del Jueves Santo es para Humildad y Paciencia. Es el único paso que procesiona hasta las seis de la mañana de hoy en que realiza su estación de penitencia el Nazareno hasta las una y media de la tarde.

Así que el sentir de la ciudad de nuevo se condensa en una talla que, en un cortejo que pudo vivir grandes momentos y presentó diferentes estrenos como el tallado de los respiraderos laterales del Paso del Señor y restauración de los sayones, así como la restauración del estandarte corporativo de la hermandad y candelabros de cola para el paso de palio.

En cuanto al Nazareno se podrá ver la restauración de los varales del paso de palio. Además, en el paso de misterio se podrá ver la restauración de faroles y llamador, nuevos respiraderos y moldurones laterales y la restauración de la potencias en plata de ley.

Chiclana

En Chiclana el Jueves Santo es del Nazareno, mientras que la madrugada se deja para el Santo Crucifijo de la Salud. Dos imágenes que se convierten en la expresión de la Pasión de Chiclana y que recoge el sentir de los ciudadanos que se vuelcan con ambos cortejos.

En esta ocasión el día no estuvo coronado por grandes estrenos, más allá del nuevo acompañamiento musical para el misterio del Nazareno, lo que no hizo que se perdiera intensidad ni sentimiento.

Hasta bien entrada la madrugada estuvieron los dos pasos recorriendo las calles chiclaneras, impregnado en su paso el luto.

Y es que ya queda menos para que la Semana Santa llegue a su fin y lo haga con su jornada más solemne y silenciosa, con un Viernes Santo tocado por el negro antes de que el Domingo de Ramos vuelva a traer la luz y el color.