Imagen de Alejandro Rojas Marcos con Julio Anguita en 1996 en Córdoba
Imagen de Alejandro Rojas Marcos con Julio Anguita en 1996 en Córdoba - EFE/olga labrador
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Los históricos cierran el Partido Andalucista mientras se prepara una alternativa distinta

Otro proyecto nacionalista, mucho más amplio, está en marcha

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Final dramático para un proyecto fallido: celebrar el 50 cumpleaños de una formación preparando sus funerales. El Partido Andalucista (PA) no se disuelve por ahora, lo reafirma su secretario general Antonio Jesús Ruiz, pero ni sus siglas ya históricas ni su mano abierta volverán a verse ya en ninguna papeleta de ninguna convocatoria electoral. El camino de no retorno está ya emprendido. El PA será la herramienta útil de «algo nuevo» que se está formando, recalcan muchos de los entrevistados, porque el nacionalismo andaluz es diferente al resto y necesita un paraguas más amplio que el que le pueda dar este partido.

La idea, que se hará con toda probabilidad realidad el próximo 12 de septiembre en Málaga, cuando así se apruebe mayoritariamente, partió del núcleo histórico, del manifiesto firmado por Alejandro Rojas Marcos y otros cuatro expresidentes y ex secretarios generales: Luis Uruñuela, Miguel Ángel Arredonda, Diego de los Santos y Antonio Ortega. La carta se mandó a la comisión ejecutiva el 4 de julio pasado y desde entonces parece que va tomando cuerpo un entierro digno.

«Defenderemos que el PA se retire absoluta y definitivamente de la acción política» y «que no sea usado políticamente en beneficio de nada ni de nadie», afirmaba la misiva.

El consenso entre los «nuevos» y los «antiguos»

Miguel Ángel Arredonda, ingeniero, fue consejero de Medio Ambiente de la Junta preautonómica bajo la presidencia de Rafael Escuredo. Arredonda coincide con la tesis de su secretario general de que no se puede suspender la actividad política «jurídicamente tiene que funcionar el partido mientras tengamos 319 concejales». «Hay que tener la dignidad de salvar el PA y no que se juegue con él, nos duele porque a estas siglas le hemos dedicado nuestra vida entera, pero la mayoría estamos de acuerdo que nuestro tiempo político ya ha pasado». Él tiene claro que en esto hay consenso entre los llamados «históricos» y los «nuevos». «Esto ha sido una lucha limpia, pero tenemos que reconocer que el PSOE forma parte del ADN de una mayoría de andaluces y aunque hayamos luchado contra eso hay que ser realistas y antes de que cada uno se vaya de aquí para allá, de que se mercadee con el partido, hay que tener la dignidad de retirarse», explica el exconsejero de Fomento.

«Estamos a su disposición»

Diego de los Santos, otro de los históricos del PA, ex eurodiputado en Bruselas, también lo tiene muy claro : «Yo no quiero refundación del partido, si tiene que salir algo nuevo, que salga, con gente joven, con una teoría más actual». «Para hablar con propiedad, los viejos del partido tenemos una decisión unánime, no vamos a participar en lo nuevo que se cree, estamos a su disposición, nuestra decisión es cerrar las puertas del partido para que si hay posibilidades nazca algo nuevo», concluye.

José Calvo Poyato, que fue el penúltimo portavoz que tuvo el Partido Andalucista en el Parlamento andaluz, defiende que la formación tenga un entierro digno pero no automático. Retirado de la política desde 2005, cuando entregó su acta de diputado, Calvo, que afronta este epílogo «con tristeza», se muestra contrario a la disolución . «Tengo la impresión de que dentro del partido hay quien quiere liquidarlo y eso sería una falta de respeto a toda la gente que se ha presentado a unas elecciones hace sólo tres meses y que recibieron un respaldo».

Sin conectar

¿Ha fracasado el andalucismo como proyecto político? José Calvo, que fue alcalde de su ciudad, Cabra, entre 1991 y 2000, no tiene dudas. «El andalucismo es un proyecto para sacar a Andalucía de las elevadísimas tasas de paro y de fracaso escolar y no ha logrado su objetivo: a lo largo de casi medio siglo no ha podido conectar con el pueblo andaluz», señala.

Javier Aroca, ex secretario nacional de Comunicación, cree que «el PA debe integrarse como una fuerza más en ese algo nuevo que surja, no debe desaparecer, sino integrarse en una fuerza superior, andalucista y de progreso». Preguntado sobre ese «movimiento» político responde que sabe de gente que lleva tiempo trabajando en esa línea, «gente que está convocando y dispuesta a convocar a todos». «El andalucismo es superior al PA y por eso hay que crear un movimiento mayor, un paraguas que acoja a todos», termina.

«Mucha gente que no tiene que ver con el PA, es mucho más amplio»

Pilar Távora, productora y guionista, excandidata a la alcaldía de Sevilla no quiere ni oír hablar de «refundación». «No existe ningún partido que desaparezca como el nuestro para que sirva de herramienta útil para crear algo nuevo», explica, eso es «generosidad». ¿Pero tiene cuerpo ese «algo nuevo»? «Sí, tiene cuerpo, pero no desde el partido, sino de mucha gente que no tiene que ver con el PA, es mucho más amplio».

Esa amplitud, sin embargo, para todos los encuestados tiene un límite, la izquierda o el progresismo, como quieran llamarle. No conciben algo nuevo que intente recoger una alternativa política nacionalista centrada o de derechas, como ocurre con el PNV en el País Vasco o CiU en Cataluña.

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