Los exconsejeros andaluces intentan zafarse de la juez Mercedes Alaya

Los exconsejeros de la Junta de Andalucía Carmen Martínez Aguayo, Antonio Avila y Francisco Vallejo (aforados hasta el pasado 16 de abril junto a Manuel Recio) intentan por todos los medios evitar que su imputación en el Caso ERE caiga en manos de Mercedes Alaya. Y, sobre todo intentan ganar tiempo, con nuevos escritos.

Por ello y pese que el pasado 27 de abril, solo unos días después de que el nuevo Parlamento los dejara fuera de la Diputación Permanente y el TSJA decidiera devolver el caso al juzgado competente, en este caso al que dirige Alaya, han presentado nuevos recursos. Con la idea de demorar el momento en el que el sumario llegue a Sevilla y ganar tiempo para que Alaya tenga que marcharse a la Audiencia Provincial a mitad de junio (si no obtiene la prórroga que ha pedido) decidieron pedir una aclaración del citado auto.

Por eso se ha demorado el envío del sumario a Sevilla al juzgado que dirige Alaya.

De hecho, el citado sumario debería haber llegado ya al juzgado de instrucción número 6 de Sevilla. Sin embargo esa petición la ha retrasado. El pasado día 6 el magistrado instructor en el TSJA (que ya tomó declaración a los imputados) emitía un nuevo auto aclaratorio a petición de los propios exaforados que habían pedido una aclaración.

En ese escrito al que ha tenido acceso ABC, el Alto Tribunal confirmaba que se trababa de un auto dictado por el instructor designado para ello Miguel Pasquau que adoptaba dos resoluciones «de trascendencia». Por un lado, recalcaba que la competencia esya de Alaya. Esto es, afirmaba que «al haber decaído el aforamiento de los investigados con anterioridad a la apertura de juicio oral», la competencia corresponde al juzgado de instrucción número 6 de Sevilla.

Y además también insistía en que se había dado respuesta a la petición de sobreseimiento que habían realizado. De hecho, en este sentido, el auto aclaratorio insiste en que elTSJA incoó diligencias previas «por apreciar que los hechos eran verosímiles y no carecían manifiestamente de relevancia penal, descartando la opción del archivo». Pero, además, también les recuerda que cuando los aforados han planteado la posibilidad de recurrir el hecho de que no se haya archivado la causa, el TSJA ya ha perdido la competencia sobre el caso por lo que «no puede forzársele a constituirse para dictar una resolución sobre la que ya no sería competente». Eso sí, el Alto Tribunal les ofrece la posibilidad de otro recurso sobre el que tendrá que pronunciarse posteriormente el fiscal. Con todo, el sumario podría tardar aún semanas en llegar a Sevilla.