Línea 2, un tramo conflictivo

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Los accidentes ocurridos en la vía del Tram que une San Vicente y Alicante llevan a FGV a intentar poner soluciones

El accidente ocurrido en el día de ayer a media mañana en la línea 2 del Tram ya es el tercer choque que sufre este servicio en menos de dos meses, y el décimo desde que la vía se inauguró hace algo más de un año. Demasiados para un transporte destinado a facilitar la movilidad a los ciudadanos. El choque ocurrió entre las 10:15 y las 10:35 horas en una de las rotondas cercanas a la colonia de Santa Isabel, debido a que un coche se saltó el semáforo y colisionó con el convoy. Pese a la repetida aparición de estos siniestros, las estadísticas registradas en el número de pasajeros defienden la viabilidad de este transporte público.

La línea que une Alicante con el municipio vecinal de San Vicente del Raspeig es la más utilizada de las cuatro que funcionan en la provincia. Durante el pasado mes de noviembre, esta vía transportó a 307.237 pasajeros, casi la mitad del total acumulado y un 10,46% más que en el mismo período el año anterior.

Las estadísticas recogidas por Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana (FGV) consolidan a la línea 2 como el pulmón del servicio del Tram en la capital de la Costa Blanca, pero esos datos no reflejan la decena de accidentes que ha conllevado su uso, ni resuelven la causa que los ha podido provocar. Las agrupaciones vecinales a través de las redes sociales señalan a la imprudencia como el principal motivo por el que se producen las colisiones, un pecado del que todavía se desconoce el pecador. Conductores, peatones, semáforos y señales, y el propio tranvía están en el punto de mira de los ciudadanos, pero nadie se atreve a encontrar una solución para que estos cuatro factores puedan convivir en armonía con el tráfico, y poder garantizar un transporte seguro y sin riesgos para el resto de elementos que componen la circulación.

La escasa velocidad a la que transita el tren por las vías y la poca gravedad que han tenido los numerosos incidentes han provocado cierto desinterés con lo sucedido hasta ahora, pero la constancia de los hechos en las últimas semanas han encendido la luz de alarma, y FGV no ha tardado en anunciar medidas para intentar apagarla de inmediato.

La empresa pública realizó esta misma semana un simulacro de accidente para afrontar con mayor fiabilidad cualquier imprevisto, pero las órdenes para frenar estos incidentes van mucho más allá que aprender unos cuantos protocolos de actuación. La compañía de transporte prevé invertir cerca de 100.000 euros en realizar obras de acondicionamiento en los pasos entre andenes y peatonales con el fin de poner fin a la mala racha de colisiones que sufre el servicio y poder mantener la dinámica positiva de los datos pertenecientes al número de pasajeros que eligen el Tram para moverse por la provincia alicantina.

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