El mar amenazaba, la pasada madrugada de lunes a martes, al Kursal donostiarra y los viandantes
El mar amenazaba, la pasada madrugada de lunes a martes, al Kursal donostiarra y los viandantes - EFE

Lo peor del temporal está hoy en el Cantábrico, con olas de hasta 12 metros

El oleaje ha sido de récord y las rachas de viento han llegado a los 134 km/h en La Coruña

San Sebastián, en «emergencia» para reparar de inmediato los daños por el oleaje

Santiago de Compostela / San Sebastián Actualizado: Guardar
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El temporal marítimo que azota en las últimas horas el litoral norte de la península ha dejado olas récord de 9,96 metros en Punta Langosteira, frente a las costas de Arteixo (lA Coruña), y de 6,33 en Bilbao (Vizcaya), en tanto que en otros puntos de la costa cantábrica se acercaron a los 12 metros de altura, según datos de Puertos del Estado, organismo dependiente del Ministerio de Fomento.

El gobierno municipal de San Sebastián ha decretado este martes 9 de febrero "el estado de emergencia" para poder reparar "de forma inmediata" los desperfectos causados por el fuerte oleaje, que han sido, según ha dicho el alcalde, Eneko Goia, de "cierta consideración", sobre todo en bienes públicos. Goia ha explicado, en declaraciones a los medios informativos en la playa de La Concha, donde ha visitado algunas de las instalaciones afectadas, que los daños no son, en principio, de tanta entidad como los originados por el temporal marítimo de hace dos años.

Aunque ha advertido de que "es muy pronto" para hacer una estimación económica, ha adelantado que "hay daños de cierta consideración, sobre todo, en bienes públicos", por lo que la Junta de Gobierno Local ha decidido esta misma mañana declarar "el estado de emergencia".

El alcalde ha explicado que esta declaración faculta al delegado municipal de Finanzas a "disponer de los medios necesarios" para llevar a cabo los arreglos necesarios "de la forma más rápida posible". Según la información adicional facilitada por la Alcaldía, los paseos que bordean el litoral donostiarra y los establecimientos costeros han sido los que más han sufrido por el embate de las olas, que ha inundado y roto cristaleras en instalaciones deportivas como el club Atlético San Sebastián, La Perla y el Tenis, además de en la discoteca La Rotonda, aunque ésta no funciona desde hace meses.

En el Paseo Nuevo, el mar ha arrancado o deformado más de 30 metros de barandilla metálica, se ha llevado otros 15 metros de murete de piedra, ha arrastrado "un número importante" de bancos y ha desestabilizado una superficie de pavimento de unos 18 metros cuadrados.

Varios tramos de la emblemática barandilla de La Concha, incluidos sus pilares de piedra, en diversas rampas de acceso a la playa han resultado destrozados por los golpes de mar, al igual que diferentes partes del vallado en el Peine del Viento y la zona de Monpás.

Con mobiliario urbano estropeado o daños por agua y arena han quedado los paseos de Ondarreta, Eduardo Chillida y Salamanca, así como la plaza Zuloaga, donde se ubican el Museo San Telmo y la Sociedad Fotográfica, cuyas dependencias también han registrado desperfectos. La lista de desperfectos se completa con pequeñas inundaciones por desborde, río adentro, en la parte trasera de Txomin-Enea y la rotonda de Urkirolak.

El alcalde donostiarra se ha mostrado satisfecho por que no haya que lamentar daños personales y ha dicho que "las medidas adoptadas" por los servicios municipales, como el cierre al tránsito de vehículos y personas en el paseo Nuevo, "han sido acertadas".

El temporal que ha azotado esta madrugada la costa vasca ha causado daños en varias poblaciones vizcaínas, especialmente en Bermeo y Ondarroa, localidad donde el agua ha entrado hasta el casco antiguo y ha provocado diversos desperfectos. En un balance de urgencia sobre los daños causados por el temporal marino, la portavoz de la Diputación de Vizcaya, Elena Unzueta, ha explicado que la zona más afectada ha sido Bermeo, donde el oleaje se ha llevado 50 metros de la parte alta del espigón.

En Galicia, rachas de viento de 134 km/h

El temporal que afecta a Galicia desde este lunes ha dejado rachas de viento de hasta 134 kilómetros por hora en la zona de Cedeira (La Coruña) y, tras la alerta roja convertida en naranja, el mar registra olas de entre 6 y 8 metros en la costa coruñesa y lucense. Según la información de MeteoGalicia, las rachas de viento alcanzaron en las últimas horas los 134 kilómetros por hora en Punta Candieira (Cedeira), los 115 kilómetros por hora en Camariñas (La Coruña) y los 112 kilómetros por hora en Cabeza de Manzaneda (Orense).

Del mismo modo, en la provincia de La Coruña, los vientos sobrepasan los 105 kilómetros por hora en Malpica y los 106 en Cuntis y rozan los 100 kilómetros por hora en Cariño.

En cuanto al oleaje, la boya de Estaca de Bares, que el lunes recogió olas de más de 12 metros, registra en la mañana de este martes olas de casi ocho metros. En las Illas Sisargas el oleaje se sitúa por encima de los siete metros, mientras que en Langosteira supera los seis y a A Coruña llegan olas de más de cinco metros.

La costa gallega continúa este martes en alerta naranja por temporal, con olas de seis a ocho metros de altura, mientras que las cuatro provincias están en alerta amarilla por vientos de más de 70 kilómetros por hora.

Llamamiento en Santander

Asimismo en Cantabria, el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, ha realizado un "llamamiento muy serio" a la población para que esta tarde nadie se acerque a la zona costera del Sardinero porque la situación es "preocupante" y el "riesgo existe", como prueban los numerosos daños que ha producido el fuerte oleaje durante la madrugada, que ha afectado a espacios públicos, como las playas y la península de la Magdalena, y locales y comunidades de propietarios, con el Balneario de La Concha, la sala BNS y el restaurante El Parque.

De la Serna ha advertido que a las 17.10 horas de este martes confluyen la pleamar con un coeficiente de 106 -como el de la pasada madrugada- con olas de una altura ligeramente inferior a las registradas, de más de doce metros y medio. Pero la velocidad del viento prevista triplica la de anoche porque se esperan rachas de 90 kilómetros por hora, a lo que se suma que el oleaje se ha llevado esta madrugada entre uno y dos metros de arena que servía de protección frente a las olas, lo que dibuja una situación "preocupante para la ciudad".

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