Monseñor Osoro recuerda que el Papa «invita a expresar la misericordia de Dios ofreciendo signos concretos»

El arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, recordó este martes que el Papa Francisco « invita a llevar la caricia de Dios a todos los hombres sin excepción» y a «manifestar su misericordia ofreciendo signos concretos de su cercanía».

Durante la presentación del libro «Las obras de misericordia son el corazón de nuestra fe» (Romana Editorial) en la Universidad Pontificia de Comillas, monseñor Osoro explicó que las obras de misericordia «son la realización de las tres virtudes: la fe, la esperanza y la caridad». « No hay que llegar a los hombres con teorías, sino con obras», señaló el arzobispo, quien invitó a leer esta publicación en el que se reúne el magisterio de Francisco acerca de las obras de misericordia corporales y espirituales, con ocasión del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, convocado por el Santo Padre del 8 de diciembre de 2015 al 20 de noviembre de 2016.

El acto también contó con la presencia del rector de la Universidad Pontificia de Comillas, Julio Martínez; de la presidenta de la editorial, Carmen Magallón, y de monseñor Marcello Semeraro, obispo de Albano y secretario del Consejo de Cardenales del Papa.

Monseñor Semeraro recordó que la misericordia es «la clave del Pontificado» de Francisco y apuntó que «no se trata de un sentimiento sino un modo de convivir con los demás». Por ello, invitó a «no amar con las palabras sino con los hechos y la verdad».

Esta obra, de 176 páginas, permite apreciar la belleza del mensaje del Santo Padre acerca de cada una de las catorce obras de misericordia, siete corporales y siete espirituales, desde el constante llamamiento a la acogida de los pobres que necesitan alimento, vestido y alojamiento; la atención y cuidado de los enfermos y la visita a los excluidos; el buen consejo y consuelo al que lo necesita; el soportar con paciencia los defectos del prójimo; hasta la importancia capital de la oración a Dios por vivos y difuntos.

El volumen cuenta con un prólogo de monseñor Marcello Semeraro y con las ilustraciones de las obras de misericordia manuscritas de monseñor Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid.