Irma sería un buen candidato para una hipotética categoría 6

La potencia de este huracán reabre el debate sobre si hay que ampliar la escala actual

Más de 5.500 evacuados y 1.106 casas afectadas en República Dominicana por Irma EFE

ARACELI ACOSTA

Cada vez que se produce un huracán o un tifón con vientos tan potentes como los que está desplegando Irma surgen voces a favor de ampliar la actual escala que mide los huracanes , la escala Saffir-Simpson, que data de 1969. Pasó con los devastadores tifones Patricia y Haiyan y ahora los vientos máximos sostenidos de 295 kilómetros por hora que ha traído Irma han servido para reabrir ese debate.

La categoría 5, la máxima en la escala actual, se refiere a una velocidad del viento superior a 250 kilómetros por hora. Irma lo ha rebasado y mucho, llegando casi a los 300 km/h y Allen en 1980 llegó a 305 km/h, mientras que en el Pacífico los tifones Haiyan (2013) y Patricia (2015) dejaron vientos de más de 315 km/h el primero y 345 km/h el segundo.

«Si extrapolamos las categorías existentes en la actualidad se podría establecer el umbral para una nueva en unos 290 km/h , por lo que Irma sería un buen candidato para esa categoría si existiera», explica James B. Elsner, jefe del departamento de Geografía de la Universidad Estatal de Florida. Pero es una decisión que en todo caso debería tomar el Centro Nacional de Huracanes después de consultarla con los expertos, considera Jill Trepanier, especialista en huracanes en el departamento de Geografía y Antropología de la Universidad Estatal de Luisiana.

Y es que son muchos los expertos que ven esta idea con escepticismo, en buena parte porque está alimentada por el calentamiento global, que apunta a que los huracanes de mayor intensidad serán cada vez más frecuentes como consecuencia, en parte, de aguas más cálidas en los océanos. Pero los científicos son cautos a la hora de relacionar categóricamente cambio climático y huracanes : «Hay más factores que intervienen aparte de la temperatura del agua, como los vientos en altura, cuya relación con el cambio climático es aún muy especulativa», matiza a ABC José Miguel Viñas, consultor de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Es cierto –abunda Viñas- que «si las aguas superficiales del mar tienden a calentarse, parece claro que en el futuro (y puede que ya ahora en el presente) se den con mayor probabilidad condiciones favorables para el fortalecimiento de los huracanes. Pero el hecho de que aumente en el futuro la intensidad de los huracanes no implica que los que vaya a haber más fuertes lo sean más que los que se forman ahora», explica este experto, quien no ve necesario que se incluya una categoría más.

No es necesario

Son muchos los que piensan que esa hipotética categoría 6 no aportaría nada a la comprensión de lo destructivo que puede ser esa tormenta. «Casi ninguna estructura puede soportar vientos sostenidos de más de 250 km/h», dice Michael Bell, profesor asociado de Ciencias Atmosféricas en la Universidad Estatal de Colorado. «A esa velocidad del viento se espera un daño significativo o incluso la destrucción total de la mayoría de los edificios. Por tanto, de acuerdo con esta definición, agregar una categoría 6 no aportaría nueva información, ya que los criterios más fuertes para el daño esperado del viento ya se han cumplido».

Y es que esta escala no solo mide la velocidad del viento , sino que relaciona ésta con los daños que se pueden producir, y tiene también en cuenta los efectos del oleaje y las inundaciones. En cambio, no se tienen en cuenta ni la cantidad de precipitación ni la situación, lo que significa que un huracán de categoría 3 que afecte a una gran ciudad puede causar muchos más daños que uno de categoría 5, pero que afecte a una zona despoblada. Esto es, la velocidad del viento es importante, pero la devastación tiene que ver con muchas más variables, también con la vulnerabilidad del territorio al que afecte.

«Irma es una bestia»

El ejemplo más inmediato lo tenemos en el huracán Harvey. «Con categoría 4, sus vientos hicieron daño, pero gran parte de la devastación en Houston y sus alrededores fue causada por inundaciones continentales debidas a la lluvia sostenida cuando ya Harvey había bajado a tormenta tropical », explica Bell. Del mismo modo, «gran parte del daño causado por el huracán Katrina fue provocado por tormentas y oleaje cuando los vientos eran de categoría 3».

En este sentido, Trepanier apunta que lo que hay que hacer es trabajar en la comunicación eficaz de los otros peligros asociados a los ciclones tropicales, como fuertes lluvias y oleaje de tormenta. «No hay ninguna razón por la cual se necesite una categoría 6 para comunicar lo temible que es Irma . Irma es una bestia. Está bien decir que las velocidades del viento son excepcionales, pero no veo ningún beneficio en calificarlo de categoría 6. Debería considerarse catastrófico, y así es como la gente debe referirse a este huracán», concluye este experto.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación