José Manuel García trabaja en una empresa de inserción social en Córdoba
José Manuel García trabaja en una empresa de inserción social en Córdoba - Inma Cubillo
Programa de Empleo de Cáritas

«Es increíble que en un país desarrollado como España haya tenido que vivir cinco meses en la calle»

José Manuel estuvo 12 años en el paro antes de poder conseguir un trabajo gracias a una empresa de inserción social de Cáritas

Madrid Actualizado: Guardar
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La falta de trabajo es una de las principales fuentes de exclusión social en España. De hecho el riesgo de pobreza se triplica entre las personas paradas con respecto a las ocupadas, según advertía esta semana la encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

José Manuel García sabe muy bien lo que significan esas estadísticas. Durante 12 años fue un parado de larga duración. «Me quedé casi con 40 años sin trabajo. Es increíble que en un país desarrollado como España haya tenido que vivir cinco meses en la calle, durmiendo en mi coche, comiendo en un comedor social y duchándome en la casa de las Hermanitas de la Caridad», afirma este hombre de 50 años y padre de dos hijos.

Antes de perder el trabajo, José Manuel estaba casado y tenía un empleo en una floristería de una funeraria en Sevilla. «Tenía una remuneración digna y mi familia vivía bien», comenta. Sin embargo, todo a su alrededor se fue derrumbando poco a poco cuando pasó a las filas del paro. «Cuando pasa el tiempo y no encuentras trabajo te va faltando el apoyo de tus amigos. Te culpan por tu falta de trabajo. Pierdes la confianza de tu mujer y uno va perdiendo las cosas más valiosas de la vida, que son los afectos. Luego pasas a ser un olvidado y ya no encuentras posibilidades de emprender una nueva vida».

Ese futuro poco prometedor dio un vuelco cuando decidió pedir ayuda a Cáritas. José Manuel es una de las 16.597 personas que consiguieron salir del paro gracias a los itinerarios de inserción de esta institución de la Iglesia. Ahora trabaja en Bioalverde, una de las 49 empresas de inserción social de Cáritas.

«No tengo más que palabras de agradecimiento. Tenemos que dar gracias a estar organizaciones de buenas personas. Gracias a ellas vive la gente pobre de este país. Todas las empresas deberían ser como las de inserción porque las personas sienten que su desarrollo personal va ligado al de la empresa. Lo que hace falta en la vida es más corazón y menos dinero».

En los peores años de la crisis económica, Cáritas ha conseguido pasar de 37 entidades de economía social en 2013 a 49 en 2016. Solo el año pasado, esta red consiguió ofrecer un total de 1.445 puestos de trabajo, de los cuales 615 fueron puestos de inserción reservados para personas en situación de exclusión.

Biolverde es una de ellas. Su principal actividad es la gestión y explotación agrícola de una huerta ecológica de 20 hectáreas, que linda con el núcleo urbano de Montequinto (Dos Hermanas) y con la estación del Metro de Sevilla «Olivar de Quintos». En ese terreno funcionan además huertos comunitarios, zona de viveros, un centro de formación y naves agrícolas y de comercialización.

Para Cáritas se trata de una oportunidad de empleo para las personas más desfavorecidas, pero para José Manuel ha significado «una nueva vida».

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