El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha alertado a los prelados anglicanos del mundo sobre esta situación
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha alertado a los prelados anglicanos del mundo sobre esta situación - ABC

La Iglesia de Inglaterra, en caída libre, tiene ya menos de un millón de feligreses por semana

El número de adultos que acuden a sus servicios religiosos ha caído un 7% en diez años

Corresponsal en Londres Actualizado: Guardar
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Era una evidencia conocida, pero las nuevas cifras demuestran la profundidad de la herida. La Iglesia de Inglaterra, cuya cabeza formal es la Reina Isabel II, ha hecho públicos datos de la atención semanal a sus servicios que indican que por vez primera han caído del millón de feligreses. Según las cifras de octubre de 2014, las últimas publicadas, contando los oficios de toda la semana suma 980.00 asistentes, un 12% menos que en 2004. El número de adultos que van a misa en las iglesias anglicanas británicas ha descendido un 7% en diez años.

Justin Welby, el arzobispo de Canterbury, ha enviado una carta a los prelados anglicanos de todo el mundo, que ha sido desvelada en una web nigeriana, donde les comenta que «la cultura dominante se está volviendo anti-cristiana, tanto en moral sexual como en las atenciones a la gente en el inicio y final de la vida».

El líder religioso de la Iglesia de Inglaterra reconoce que «el panorama es tenebroso». La radical pérdida de relevancia de la Iglesia anglicana en su país se origen se resumen en que solo el 1,4% de la población asiste a la misa dominical, 2,4 millones de personas. Es la tercera parte del número de feligreses en 1960.

Como consuelo, los prelados anglicanos comentan que la Iglesia sigue siendo todavía relevante por su labor en los bancos de alimentos y en las escuelas. Pero lo cierto es que empieza a parecer más una onegé con solera que una gran fuerza espiritual.

Misión urgente

A la larga, tal vez la Iglesia de Inglaterra esté pagando su evidente origen coyuntural y absolutamente terrenal, pues nació como una pataleta de Enrique VIII para poder divorciarse y casarse de nuevo. En 1983 había en el Reino Unido 16,5 millones de anglicanos, hoy son solo 8,6. La Iglesia se ha situado además como línea ideológica dominante en un suave izquierdismo, crítico con el actual Gobierno, que la aleja de muchos tories cada vez más descreídos.

«Nuestras cifras nos señalan una misión urgente. La Iglesia de Inglaterra se encuentra a solo una generación de su extinción”» advirtió la pasada primavera Lord Carey, que fue arzobispo de Canterbury entre 1991 y 2002. No exagera. En solo dos años han perdido 1,7 millones de fieles, mientras el número de musulmanes crecía en 900.000 en el mismo período. Los anglicanos han pasado de ser el 21% de los británicos afiliados a una religión en 2012 a suponer el 17% en los últimos datos, con 8,6 millones. Su declinar comenzó en los años sesenta, pero desde los ochenta el proceso se ha acelerado.

Por el contrario, la religión católica, que supone el 8%, se mantiene, pues solo ha caído dos puntos desde los ochenta. Además los católicos acuden más a los oficios, solo el 29% dicen no ir nunca a la iglesia, frente a un 48% de los anglicanos que jamás visitan sus templos. En el Reino Unido hay actualmente casi cinco millones de musulmanes sobre una población de 64,1 millones de habitantes.

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