Alumnos del colegio Findern, en el norte de Inglaterra
Alumnos del colegio Findern, en el norte de Inglaterra - ABC

Los escolares rinden mejor en zapatillas de ir por casa

Un colegio inglés asegura que los niños «están más calmados»y una investigación sostiene que mejoran sus resultados académicos

Corresponsal en Londres Actualizado: Guardar
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El colegio de primaria Findern, con 150 alumnos y perdido en el norte rural de Inglaterra, ha iniciado una revolución a través de los pies de su alumnado que ha llegado a periódicos y televisiones. Hace dos semanas, decidieron autorizar a los niños a acudir a clase con zapatillas de casa, en lugar de permanecer con los zapatos de invierno propios de esta época. Aseguran que el rendimiento ha mejorado. Las aulas cobraron otro color: zapatillas clásicas marrones y con peluche interior, otras de estampado navideño, con forma de oveja, con personajes de dibujos animados… Pero lo sorprendente es que la dirección del centro constata que el comportamiento de los escolares ha cambiado. «Aquí siempre se portaban bien, pero ahora hay menos jaleo, están más calmados y relajados, les encanta la idea».

La iniciativa partió de uno de los profesores del Findern, quien propuso aplicar los resultados de una investigación realizada durante diez años y en 25 países por la Universidad de Bournemouth, situada en la costa sur inglesa. Según el estudio, efectuado con «miles de niños», los que calzan en clase las babuchas domésticas tienen más ganas de leer, llegan antes al colegio y se marchan más tarde que los que llevan zapatos. Además, aseguran que incluso logran mejores resultados en el camino hacia la universidad. Las zapatillas en las clases de primaria son tradicionales en Escandinavia y Nueva Zelanda.

Los niños del colegio inglés, encantados con la novedad, la califican de «una gran idea». Algunos de sus profesores también se han sumado y ahora imparten sus clases en zapatillas. Entre los padres hay división de opiniones. Laura Hall, una madre con los hijos en la escuela, ha expresado su satisfacción en la televisión ITV: «Todo lo que sirva para que aprendan mejor lo doy por bienvenido». Pero un padre que ha pedido permanecer en el anonimato se despacha a gusto: «Creo que en esto hay un montón de tontería new age y no veo cómo el hecho de llevar zapatillas en clase puede beneficiar a un alumno. También hay adolescentes que van en pijama a comprar al Tesco [el supermercado inglés más popular]. Esta clase de políticas son las que luego dan lugar a ese tipo de comportamientos snobs».

Por supuesto, el profesor Stephen Heppell, el autor del estudio, es todo un entusiasta. Al margen de los aspectos docentes, llega a respaldar las zapatillas en clase con argumentos económicos: «Los datos prueban que los gastos en limpieza son más bajos y los muebles duran mucho más. Ahorras dinero y mejoras el rendimiento».

El colegio de primaria West Thornton, en Surrey, al suroeste del Gran Londres, también se ha sumado a las zapatillas y concuerda: «Está claro que hemos notado un cambio de comportamiento».

El autor de la investigación cree que la clave es que las condiciones en el colegio se parezcan a las que experimentan los niños en sus hogares. «El último sitio donde un niño se sienta para leer es en una silla vertical. El 95% no leen en sillas en sus casas. Lo hacen tumbados. Si en el colegio se imitan esas condiciones, los niños leerán más». Próximo paso, en verano todos en bañador…

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