JUAN PIEDRA

Los beneficios del «posible» cambio de huso horario que estudia Báñez

La ministra de Empleo anunció este lunes que «estudiaría las posibilidades» de implantar esta vieja reivindicación para conseguir que la jornada laboral en España acabe a las 18.00

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Que la jornada laboral termine a las 18.00 horas fue una de las promesas que hizo Mariano Rajoy cuando su Gobierno estaba en funciones. Este lunes, Fatima Báñez ha ido un paso más allá al anunciar que esa sería una de las prioridades del Ministerio de Empleo en esta legislatura, lo que llevaría aparejado la necesidad de «estudiar las posibilidades que tiene el cambio del huso horario en España». Una vieja reivindicación que ya ha aparecido en los programas electorales de otros partidos. Pero, ¿cuáles serían exactamente los beneficios que conllevaría?

[ Báñez buscará pactar que la jornada laboral en España acabe a las seis de la tarde]

Como ya publicó ABC, el huso horario vigente en España se remonta a una decisión tomada por Franco, que nos situó en un meridiano que no nos corresponde, con la misma hora que Francia y Alemania, y una menos que la que deberíamos tener, la de Canarias, Portugal y Reino Unido.

El objetivo que se persigue ahora es volver a estar en el huso horario de Greenwich y dar por finalizada aquella medida provisional impuesta por el dictador español en 1942, pero que se ha alargado más de 75 años. «¿A quién nos queremos parecer: a los países desarrollados o a los que están en desarrollo? ¿Queremos estar abiertos las 24 horas o queremos trabajar, tener vida y descansar?», se preguntaba hace un año el presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe), José Luis Casero.

Ventajas

Una de las consecuencias más importantes de esta medida de Fatima Báñez es que dejaríamos de ser los únicos europeos que vivimos con la hora desajustada con respecto a las horas de luz y de oscuridad. Adoptaríamos un ritmo más parecido al de nuestros vecinos del continente y del mundo en general, de manera que los ciudadanos seguirían levantándose a la misma hora de «reloj», pero en realidad sería una hora (solar) más tarde. España dejaría de ser, así, una «rara avis» en el ámbito internacional.

Una de las principales ventajas según los objetivos conciliadores del Gobierno de Rajoy es que dejaríamos de ser los últimos ciudadanos de Europa en salir del trabajo. La inmensa mayoría de noruegos, británicos y alemanes se marchan a casa a eso de las 18:00 horas, mientras que en España no ocurre, de media, hasta las 21.00. El objetivo es fijar la misma hora de salida para los españoles. En consecuencia, la jornada laboral sería más continua y el parón de la comida mucho más breve. Eso nos acercaría a los hábitos del norte de Europa, donde en países como Noruega, por ejemplo, muy poca gente deja de trabajar a medio día. En España e Italia, ese descanso tiene un seguimiento casi total y de una duración mucho mayor que en el resto de países, lo que afecta a dicha hora de salida y a la extensión de la jornada de actividad.

Por otro lado, según los expertos médicos, con esta medida se agilizarían los biorritmos. Es decir, se desayunaría antes y se comería y cenaría también antes, perdiendo menos tiempo durante la mañana para tomarse un aperitivo o directamente suprimirlo. Se evitarían así algunos problemas de sobrepeso.

Los ciudadanos se acostarían antes y, por tanto, dormirían más y mejor. Ganarían de media una hora de sueño, lo cual beneficiaría a la salud y provocaría una disminución de la siniestralidad laboral. Según la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios en España y otros organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), un mal descanso puede producir problemas gástricos, incremento del apetito y desequilibrio en el rendimiento. Dormir bien no es un placer, sino una necesidad con la que se gana calidad de vida.

Otras ventajas hacen referencia a una mejora en el rendimiento en el trabajo o en el estudio. Y todo ello, según declaró en marzo de este año Belén Ferrer, miembro de la Junta directiva de Arhoe, a «un coste cero».

Desventajas

Son pocos las voces autorizadas que se han mostrado contrarias. Una de las desventajas apuntadas es que no afectaría por igual a todos los sectores laborales. La medida apuntalada por Rajoy para que la jornada concluya a las 18.00 horas adelantando una hora los relojes no afectaría, por ejemplo, a los servicios públicos ni a las empresas cuyos ritmos productivos requieren tener turnos nocturnos.

Por otro lado, cambiar este hábito perjudicaría al 5% de energía que, según estimaciones del Instituto de Diversificación para el Ahorro Energético (IDEA), se ahorra España en la actualidad. El actual cambio de horario obedece a una Directiva Comunitaria dirigida a favorecer este ahorro que equivale a 300 millones de euros, de acuerdo con los precios actualmente vigentes. Según Sergio de Otto, patrono de la Fundación Renovables, estos cálculos de la Unión Europea no son fruto del capricho de un funcionario, sino la constatación de una realidad. Con el actual cambio se ahorra energía, asegura. Arhoe, por su parte, cree que, «en la práctica, ese ahorro energético no es significativo, puesto que las jornadas de trabajo siguen siendo maratonianas y se sale de trabajar a horas intempestivas». «Un ordenador encendido a deshora no consume sólo energía, también consume vida», dijo Casado.

Ver los comentarios