Los vecinos de la ciudad de Jeremie en Haití recorren las calles anegadas tras el paso del huracán Matthew
Los vecinos de la ciudad de Jeremie en Haití recorren las calles anegadas tras el paso del huracán Matthew - AFP

La OMS alerta sobre la importancia de la asistencia psicológica ante catástrofes como el huracán Matthew

Recuerda que estas situaciones pueden ocasionar trastornos mentales en las víctimas

Corresponsal en Ginebra Actualizado: Guardar
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El huracán Matthew, la guerra en Siria o la epidemia de ébola en África son acontecimientos extraordinarios y trágicos que pueden provocar desórdenes mentales y tener graves consecuencias en la salud de las personas que los sufren, según afirmó este viernes, en Ginebra, la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La organización subrayó la importancia de la asistencia psicológica prestada a las víctimas de situaciones de emergencia, tan importante como los cuidados médicos tradicionales, que hay que integrar plenamente en los tratamientos para evitar sufrimientos considerables que a veces pueden ser evitables.

En vísperas del día mundial de la salud mental, que se celebrará el próximo 10 de octubre bajo el lema «la ayuda psicológica en situaciones de emergencia», la OMS señaló que estas técnicas de asistencia psicológica han sido utilizadas recientemente con éxito en Grecia, durante la crisis de inmigrantes y en Siria, durante la guerra.

«Esta ayuda puede ser impartida por cualquier persona que haya seguido una formación previa y que tenga como objetivo prioritario el de escuchar a todo aquel que lo necesite», declaró, en conferencia de prensa, el doctor Mark van Ommeren, consejero en el departamento de salud mental de la agencia sanitaria de la ONU.

Separación familiar

Las víctimas de una situación de emergencia pueden sufrir de una separación familiar o de la pérdida de su entorno habitual lo cual puede originar problemas psicológicos graves, como la depresión o la ansiedad. También puede provocar el abuso del consumo de substancias como el alcohol, el tabaco o drogas.

Los síntomas más frecuentes mostrados por las víctimas son el dolor de cabeza, la pérdida del apetito, la tristeza, el llanto, las crisis de pánico, la ansiedad y la irritabilidad lo que puede crear confusión o incluso pérdida del conocimiento si no son tratados a tiempo. A veces las personas afectadas no pueden ocuparse de sí mismos o de sus familias.

De acuerdo con la OMS, la mayoría de las veces las personas afectadas por una catástrofe se recuperan bien si tienen un seguimiento adecuado por lo que es necesario mantener una buena comunicación con las víctimas. Observar y escuchar a los pacientes sin presionarlos ni juzgarlo para que no pierdan la confianza en sí mismos.

Los métodos de asistencia psicológica preconizados por la OMS ya han sido empleados con éxito después del tsunami que afectó a Sri Lanka, en 2004, y durante el flujo de desplazados íraquíes en Jordania ocurrido entre 2003 y 2007. En Siria también se han desplegado unas 500 personas formadas para asistir mentalmente a la población.

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