La utrerana Joaquina Gil vive en Manta desde hace muchos años/ J.G.
La utrerana Joaquina Gil vive en Manta desde hace muchos años/ J.G.
Personajes

Una utrerana en Manta, una de las ciudades más afectadas por el terremoto de Ecuador

Joaquina Gil Ramos es profesora universitaria y una activa defensora de los derechos humanos

Utrera Actualizado: Guardar
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Los utreranos que son amigos o familiares de Joaquina Gil Ramos han pasado unas jornadas difíciles, ya que sus corazones se encuentran a miles de kilómetros de distancia de Utrera, concretamente en la ciudad costera de Manta, en Ecuador, lugar en el que esta utrerana reside desde hace 14 años. El brutal terremoto, de 7,8 grados en la escala Richter, que ha dejado más de 650 fallecidos en todo el país, ha tenido su epicentro muy cerca de la ciudad donde vive esta utrerana, que afortunadamente ha podido sobrevivir a esta tragedia y se encuentra a salvo.

La situación en la que ha dejado el terremoto a Manta, la cuarta ciudad más importante del país, es verdaderamente terrible. La ciudad se ha convertido en un lugar devastado, una localidad fantasma, donde las comunicaciones son realmente difíciles, y el suministro de luz y de agua apenas llega a los domicilios.

Incluso el edificio del principal hospital de la ciudad, se ha venido abajo, teniendo que improvisar un centro de atención sanitaria bajo unas tiendas de campaña, donde son atendidos los heridos que posteriormente son trasladados en ambulancias a Quito.

Uno de los principales problemas que está afectando en estos momentos a la población de Manta es la falta de suministros básicos, ya que las tiendas y supermercados no mantienen sus horarios habituales, han subido los precios y no disponen de todos los productos. Por ejemplo, una simple botella de agua, que habitualmente se vendía al precio de un euro, está llegando a venderse por nueve.

Carlos Gil Ramos es hermano de esta utrerana que desde hace más de 30 años vive en tierras ecuatorianas, y asegura que la familia ya está más tranquila aunque ha pasado unos días difíciles, porque «aunque pudimos comunicar con Joaquina el lunes 18, no pudimos hablar con ella de nuevo hasta días después, ya que las comunicaciones son realmente complicadas ahora mismo y estamos preocupados por las réplicas que se han vuelto a producir en la zona». Joaquina se puso en contacto con su familia utrerana a través del teléfono, contándoles que estaba bien, pero explicando que su domicilio ha sufrido los efectos del terremoto, dañando muchos de sus enseres. «Ella ha tenido suerte porque su vivienda es de reciente construcción y no se ha caído, pero el miedo a las réplicas la ha llevado a dormir varios días en el coche, algo que está haciendo mucha gente allí, aunque ya ha vuelto a poder dormir en su casa. Está pasando una situación bastante complicada, pero al menos sabemos que está bien», cuenta el hermano de Joaquina.

Esta utrerana, que ha desempeñado gran parte de su trayectoria profesional en Ecuador, es licenciada en Medicina por la Universidad de Sevilla y magister en Investigación Clínica y Epidemiológica por la Universidad de Guayaquil. En la actualidad impartía clases desde hace tres en la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, cuyos edificios también han sufrido los efectos devastadores del terremoto. Joaquina es toda una personalidad en Ecuador, ya que ha dirigido durante ocho años la Fundación Río Manta, ha destacado por ser una activista ambiental y de los derechos humanos y una reconocida defensora de los derechos de las mujeres. Se trata de una utrerana que ha luchado por mejorar la vida de la comunidad en la que está integrada, una comunidad que ahora precisa de mucho esfuerzo y de mucha ayuda que llegue desde otros países para poder recuperarse de este duro golpe.

Manta, que es conocida de manera oficial como San Pablo de Manta, se encuentra a unos 390 kilómetros de distancia de la capital de Ecuador, Quito. Está asentada en una espléndida bahía, que le confiere una acusada personalidad como puerto internacional de la costa del Océano Pacífico. Una ciudad que en estos días trata de rehacerse poco a poco para recuperarse de este fortísimo golpe que ha recibido.

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