Los viajes de Gulliver

El barco en el que viaja Gulliver naufraga y el mar le arrastra a la costa del país de Lilliput, un lugar habitado por unos hombrecillos diminutos. Al despertar, Gulliver descubre que ha caído prisionero de estos entrañables seres. Sin embargo, cuando la princesa de Lilliput y el príncipe de un reino vecino están a punto de casarse, se desata una absurda guerra entre ambos pueblos y Gulliver deberá utilizar su ingenio para salvar la ceremonia.

Cuando el magnate Disney se cree amo de la animación desde el estreno de “Blancanieves y los siete enanitos” en 1937, los estudios Fleischer no tardan en romper esa ilusión estrenando en 1939 su primera película de animación, y la segunda en toda la historia del cine estadounidense con la clásica historia del hombre que se convierte en gigante, Gulliver.

Por primera vez, los actores que dan su voz a los personajes aparecen en los créditos de la película, algo que no sucedió con Blancanieves. Y a pesar de su enorme éxito en las salas, el estudio nunca recuperó el dinero invertido en la película, dado que tuvo que dedicar mucho tiempo y dinero en la producción. Pero aun así, los cines siguieron ofreciéndola en sus catálogos hasta los años 60.