Código de honor

El excoronel de las Fuerzas Especiales Robert Sikes regresa a casa desde Oriente Medio para convertirse en un justiciero, cuyo único objetivo es eliminar el crimen de su ciudad, que ha empeorado desde su ausencia. Para ello no dudará en formar a un equipo que será el encargado de eliminar a mafiosos, criminales y políticos corruptos, responsables de la decadencia del lugar.

Tras probar suerte en diferentes géneros como el suspense ("Guns, Girls and Gambling") o el terror ("Shadow Puppets"), el realizador Michael Winnick decidió lanzarse al cine de acción con esta frenética cinta llena de tiros y explosiones que él mismo dirige y escribe, y que fue rodada íntegramente en el estado de Utah. Para la ocasión contó con todo un experto en este campo: Steven Seagal.

Para entender las características del filme tan solo es necesaria una anécdota: el personaje de Seagal no pronuncia una palabra hasta pasados 48 minutos del metraje.