Grimm: 7 aspectos que hacían de ella una buena serie

Adiós Grimms, adiós Wesens

Durante seis años, la serie Grimm nos ha ofrecido un show de terror light con buenas dosis de acción. Han sido seis temporadas llenas de criaturas mágicas, crímenes y conspiraciones que, lamentablemente, llegaban a su final recientemente tanto en la NBC (su cadena original) como en Calle 13 (el canal de pago que la emitía en España).

Pese a que inicialmente se presentaba como una serie del montón en la que nadie veía signos de permanencia, el show se mantuvo en antena estoicamente, y lo hizo gracias a sus bondades y un número enorme de fans que ahora le guardamos luto.

Personalmente, la empecé porque me parecía un excelente sustituto de Buffy Cazavampiros y porque su temática, terror sacado de los cuentos clásicos para niños, me resultaba mucho más atractiva que las propuestas que nos presentaban “Erase una vez” u otras producciones cinematográficas, como “Mirror, Mirror” o “Blancanieves: La Leyenda del Cazador”, que por 2011 intentaban aprovechar cierto interés por el mundo que rodeaba a los personajes de los cuentos infantiles clásicos.

Con el tiempo, la serie fue mejorando hasta un punto que no me esperaba y ahora que ya ha terminado, tengo que admitir que la echare de menos. Lamentablemente, por falta de tiempo no podré volver a verla entera, pero para aquellos que no la conozcan y busquen una serie divertida que ver, os doy una serie de razones por las que Grimm es una buena apuesta.

Aquí las tenéis.

Un show 100% original

En un sector en el que cada vez hay más remakes y adaptaciones, Grimm se atrevió a ser un show 100% original.

Su propuesta, la de presentar un mundo en el que las criaturas de los cuentos viven entre nosotros dando origen a los mitos de los vampiros, hombres lobos, etc. me pareció súper acertada y el hecho de que el protagonista proviniera de una estirpe de cazadores de criaturas que intenta mantener a raya a estas, fue una evolución estupenda de arquetipos como el cazador de vampiros.

Efectos especiales y maquillaje

Los Wesen(nombre alemán por el que se conoce a las criaturas a las que el Grimm daba caza), tenían aspectos de lo más variopinto, y para lograrlos, era necesario un gran trabajo de post-producción digital y de maquillaje.

Esto suponía un coste elevado para este tipo de producciones, pero aun así, Grimm hizo gala de un trabajo de excepción que pocas veces se ha visto en televisión.

Variedad de criaturas

Comparando Grimm con Buffy la Cazavampiros, hay que admitir que la ficción protagonizada por David Giuntoli (Nick Burkhardt) tenía una variedad de criaturas mucho más extensa que la de Sarah Michelle Gellar.

Grimm empezó trayendo criaturas básicas inspiradas en los cuentos como eran las brujas (Hexenbiest), los lobos (Blutbad) e incluso los cerditos (Bauerschwein), pero con el tiempo ha ampliado su mitología con seres de aspecto de dragones, chacales, etc.

Todas las criaturas enriquecieron la serie de una manera notable, haciendo que el show sea uno de los más variados de la historia de la televisión.

Personajes carismáticos

Para que una serie triunfe, igual de importante que las historias y el aspecto de estas, es necesario que cuente con unos personajes atrayentes, y en eso Grimm estaba sobrada.

Para empezar, su protagonista comienza como un novato frente a un mundo mágico que se le muestra ante sus ojos, y lejos de convertirse en un asesino de wesens como marcaba su naturaleza Grimm, decide ceñirse al máximo a su carrera policial, manteniéndose dentro de la legalidad siempre que puede y convirtiéndose incluso en aliado y defensor de estas criaturas perseguidas durante siglos por sus antepasados.

Junto a él, teníamos un buen grupo de aliados entre los que estaba su esposa (que acaba convirtiéndose en Wesen), sus compañeros en la comisaria (grande Reggie Lee como Wu) y el mejor de todos, el blutbad (lobo feroz) vegetariano Monroe, su aliado y mentor en el mundo de los wesen.

Tramas variadas

Grimm comenzó inicialmente con una estructura de “monstruo de la semana” que podría haber hundido por completo el show de haberse mantenido en el tiempo, pero afortunadamente, sus guionistas crearon muchas más historias para dar variedad al show.

Así pues, además de irnos descubriendo a los wesen y sus debilidades, Grimm nos hacía conocedores de objetos mágicos, familias reales del mundo wesen, grupos radicales que querían acabar con la opresión de los wesen e incluso una trama relacionada con una llaves que ocultaban un tesoro oculto por los templarios que se extendería por toda la serie hasta llevarnos al final del show.

Honrada con su público

Últimamente, son muchas las series que utilizan todos los recursos que están a su alcance para atraer o mantener al público, pero Grimm se mantuvo integra a su esencia. Pese a ser un show de terror con muchos asesinatos de por medio, nunca abuso de la sangre y las vísceras para llamar la atención y aunque el sexo también podría haber sido usado, nunca hubo escenas explicitas ni de mal gusto.

Supongo que es sello de la NBC, y aunque no tengo nada en contra de las sangrías y el sexo, esto hacía de Grimm una serie que podía ser vista cómodamente por padres e hijos en edades poco impresionables.

Un final decente

Para acabar, hay que agradecer que la serie acabar en condiciones. Aunque desconozco la razón de que se finalizará Grimm (se habla que los actores solo tenían contrato para cinco años), el show se fue orientando perfectamente para su recta final desde la segunda mitad de la quinta temporada, haciendo que el final, incluso siendo un poco precipitado, resultara digno y, nuevamente, honrado con los fans del show.

Por si fuera poco, además de estar repleto de drama y acción, el final dejaba abierta una puerta para un futuro regreso de algunos personajes de la historia, y aunque dudo que esto ocurra, permitirá que la serie pueda continuar fácilmente en formato cómic o en alguna película que seguro que los fans agradecerán de verdad.

Como veis, Grimm me dejó un buen sabor de boca incluso siendo una serie sencilla, y es que aunque me encanten las series complicadas, a veces se agradece un show sencillo y humilde que cumpla con lo que este se había propuesto: entretener al espectador sin tomarle el pelo.