El actor Unax Ugalde y el director Pablo Malo, durante la presentación de «Lasa y Zabala»
El actor Unax Ugalde y el director Pablo Malo, durante la presentación de «Lasa y Zabala»

«Lasa y Zabala»: ovación con polémica en San Sebastián

La cinta de Pablo Malo resucita a los dos etarras ejecutados por el GAL. «Mi película no es contra la Guardia Civil ni el PSOE», asegura el cineasta vasco

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El realizador Pablo Malo cree que alguien debería llevar a la gran pantalla el rapto y asesinato de Miguel Ángel Blanco, que mantuvo en vilo a todo un país durante 72 horas y que terminó con ETA cumpliendo su macabro chantaje. O el agónico secuestro de Ortega Lara, otro chantaje de los terroristas a la democracia que se prolongó durante 532 días, esta vez con final feliz. Pero, de momento, es su película « Lasa y Zabala» -igual de «necesaria», defiende el cineasta donostiarra- la que se ha exhibido hoy en el Festival de San Sebastián, con notable expectación, y ovación del público, por lo controvertido de una trama que muestra el «terrorismo de Estado» y saca al de ETA fuera de plano.

La película recrea la captura y asesinato de los dos etarras Lasa y Zabala, a los que la sinopsis y el director se refieren como «refugiados vascos» en Francia, que fueron capturados y torturados brutalmente por l os GAL en 1983. «Fue una salvajada que debe ser contada. Estamos en otro momento político y social y los cineastas también tenemos que contar la historia de este país, toda», asegura Malo, que contaba con el revuelo formado en torno a su nuevo trabajo aunque defiende su «honestidad» de posición «rotunda» contra toda violencia. «Cuando se supo qué tenía entre manos la gente me daba el pésame. Sabíamos que pisábamos terrenos pantanosos y que se nos iba a mirar con lupa», asegura en conversación con ABC el director, ovacionado en la sala de prensa del Kursaal.

Malo centra el foco en el episodio más negro de las llamadas «cloacas» del Estado en su lucha contra el terrorismo y los hechos probados del secuestro, tortura, asesinato de los dos jóvenes etarras, así como la reapertura del proceso judicial después de que sus dos cadáveres fueran hallados enterrados en cal viva en Alicante. El caso se saldó con la condena del comandante de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, los agentes Felipe Bayo, Ángel Vaquero y Enrique Dorado, así como el gobernador civil de Guipúzcoa, Julen Elgorriaga.

«Intxaurrondo creó comandos»

La cinta ha sido muy bien acogida por el público en las dos sesiones de esta mañana aunque muchos han criticado su enfoque, por descontextualizado. No hay referencias a la actividad criminal de aquellos años de plomo, cuando ETA asesinaba casi cada semana. «En cien minutos no podíamos contarlo todo el conflicto vasco. Pero no va de buenos y malos. No hay maniqueísmo», afirma el cineasta, al que se le reprocha también la imagen esperpéntica de los guardias civiles, comandados por Galindo. «No caricaturizamos nada. Sacamos las frases del sumario», explica sobre lo ridículo del momento en el que el Galindo asegura que «con diez hombres» como sus subordinados implicados en la trama criminal se podría conquistar América del Sur.

«Mi película no es contra la Guardia Civil ni el PSOE, tratamos un hecho determinado», ha insistido Malo en la multitudinaria comparecencia del equipo de «Lasa y Zabala» celebrada este mediodía. En todo caso, a preguntas de los periodistas, el director vasco ha denunciado la «impunidad absoluta» en tiempos de Galindo. «Yo soy de Donosti y los que somos de aquí hemos sabido lo que ha significado el cuartel de Intxaurrondo. Se dice que desactivó muchos comandos, pero también creó muchos comandos».

En «Lasa y Zabala» también es dudosa la figura del abogado de las familias, un papel interpretado por Unax Ugalde, como el personaje central y heroico frente al verdadero responsable de que se reabriera el caso judicial, el comisario Jesús García, que se enfrentó al sistema y a sus propios compañeros buscando verdad y justicia. «Para mí es el héroe de la película», reconoce el director, que asegura que no tuvo más remedio que darle el peso de la trama al abogado porque es el único que tiene recorrido en toda la historia. De hecho, García murió de un infarto cuando testificaba en la Audiencia Nacional.

Posible película sobre las víctimas

Malo ha defendido en último término su «honestidad» alegando que el «siempre» está del lado de las víctimas, sean quienes sean. «Yo me posiciono siempre del lado de quien sufre», asegura el cineasta vasco, que no descarta hacer en el futuro algún proyecto sobre las víctimas del terrorismo. «Si el guión es solvente y la historia lo merece, ¿por qué no?”.

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