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La conducción asistida evitaría 50.000 accidentes anuales

Proponen incluir de forma obligatoria estas nuevas tecnologías en los coches

MADRID Actualizado: Guardar
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En las carreteras y calles españolas se producen más de 95.000 accidentes anualmente, con unas consecuencias de casi 1.700 fallecidos y 9.500 heridos graves (hospitalizados). El factor humano sigue estando presente en la mayoría de los siniestros y, como causa principal de muchos accidentes, las distracciones al volante. En España, después de 13 años de descenso en el número de víctimas, en 2016 crecieron los fallecidos en carretera: 29 personas más que el año anterior perdieron la vida como consecuencia de un accidente de tráfico (datos provisionales únicamente para carretera y dentro de las primeras 24 horas posteriores a la ocurrencia del accidente).

Con el objetivo de reducir las cifras de accidentes y de fallecidos en las carreteras, representantes de la Fundación Mapfre, Aesleme (Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal), STOP Accidentes y TRACK Surveying Solutions presentaron ayer al director general de Tráfico, Gregorio Serrano, un paquete de ocho medidas urgentes relacionadas con los últimos avances tecnológicos en coches, motos y autobuses.

El informe, que las entidades promotoras desean que forme parte del nuevo Plan Estratégico de Seguridad Vial que pondrá en marcha la Dirección General de Tráfico (DGT), indica que si el parque móvil actual contase con los últimos avances en seguridad y asistencia a la conducción, se podrían evitar más de 50.000 accidentes al año, 850 fallecidos y 4.500 heridos hospitalizados, y un ahorro cercano a los 4.300 millones de euros en el gasto público. Aunque también pueden instalarse en los que están ya en circulación.

La primera medida es propiciar que todos los vehículos estén equipados con los últimos avances en materia de seguridad activa y pasiva. En el caso de los nuevos, deberían contar con sistemas de detección de riesgo de atropello de peatones y ciclistas, con capacidad de alertar al conductor en tiempo real o de frenar automáticamente y que pueden llevar a evitar alrededor de 7.500 atropellos al año. Otros equipamientos son los dispositivos de detección de riesgo de colisión frontal, que evitarían más de 10.000 accidentes anuales; los sistemas de alerta de cambio involuntario de carril (que supondría ahorrar un 47% de los muertos en las carreteras y un 41% en las ciudades); las cámaras de marcha atrás; los sistemas de vigilancia del ángulo muerto; los sistemas de detección de peatones, ciclistas y motocicletas para autobuses y camiones, y los detectores de fatiga y los que evitan distracciones.

También proponen incentivar la seguridad activa del parque automovilístico con sistemas de asistencia avanzada al conductor, presentes sólo en uno de cada cuatro vehículos comercializados y que se pueden instalar en cualquiera de ellos con un desembolso medio de 800 euros; fomentar las tecnologías de ayuda a la elección de velocidades seguras, puesto que cuatro de cada 10 conductores implicados en accidentes con víctimas superaban los límites máximos de velocidad; promover la instalación de cajas negras, limitadores de velocidad y ‘alcolocks’ (que impiden el arranque cuando el conductor ha ingerido alcohol); impulsar un nuevo plan PIVE para renovar el parque automovilístico; una etiqueta sobre el nivel y equipamiento de seguridad del vehículo; acciones para que los ciudadanos conozcan los nuevos sistemas de seguridad, y anticipar y prevenir posibles efectos adversos del vehículo conectado y autónomo.

Según el director de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, Jesús Monclús, los vehículos deben incorporar «de serie» esos elementos tecnológicos.

Elías Izquierdo, CEO de Track Surveying Solutions, indicó que los accidentes de tráfico suponen un coste anual cercano a 9.600 millones de euros, lo que representa un 1% del PIB. Los sistemas tecnológicos «podrían suponer un ahorro de hasta un 45% de esa cantidad», aseguró.

Según la directora de Aesleme, Mar Cogollos, nadie debería tener dudas a la hora de comprar un sistema de asistencia avanzada al conductor, que «tiene el mismo precio que un iPhone».

Fernando Muñoz, delegado de STOP Accidentes, indicó que «las nuevas tecnologías salvan vidas» y antepuso estos sistemas a otros como los relacionados con la estética del vehículo o que estos cuenten con potentes equipos de música.

Para el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, todas estas medidas propuestas en el informe «están basadas en el sentido común».

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