CUBIERTA. Unos 50 manifestantes permanecieron en la cubierta superior del 'Super-Fast Canarias' durante una hora hasta que desembarcaron voluntariamente. / MIGUEL GÓMEZ
Ciudadanos

Mil trabajadores toman la Delegación de Empleo y un buque

Durante cuatro horas se encerraron en el edificio con la petición de un encuentro con Chaves y el ministro de Trabajo Contaron con los alcaldes de Bornos, Espera y Puerto Serrano

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El fantasma de las movilizaciones sociales llegó ayer a Cádiz. Era cuestión de tiempo. La recesión económica es ya un hecho tras largos meses de crisis financiera en todos los países occidentales. 19 meses consecutivos de aumento del desempleo en la provincia. El año pasado acabó con el cierre de 4.500 empresas, según los empresarios gaditanos. Los precios iniciaron el pasado otoño un pronunciado descenso que en febrero alcanzó una caída proporcional que no se registraba en España desde hacía décadas y que acerca la amenaza de la deflación.

Y no hay visos de que la situación vaya a empezar a mejorar a corto plazo. Muy al contrario, el pesimismo cunde entre lo analistas, que reconocen que no tienen la menor idea de en qué tramo del negro túnel se encuentran la economía en estos momentos. La comarca de la Sierra de Cádiz es una de las más castigadas de la provincia por el paro. Frente al 36% de incremento del desempleo como media provincial interanual referida al pasado mes de febrero, en varios municipios serranos se superó holgadamente una subida del 50% en los últimos doce meses.

Todo ello trajo ayer hasta Cádiz a más de un millar de trabajadores del campo de la Sierra convocados por el Sindicatos de Obreros del Campo. Llegaron minutos antes de las 11.00 horas en ocho autobuses fletados por los ayuntamientos de Espera, Puerto Serrano y Bornos, así como en decenas de vehículos particulares (entre los que se llegó a contar alguna motocicleta).

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno informaron de que los organizadores sólo habían comunicado y obtenido autorización para concentrarse en la plaza de Mina. Sin embargo, los obreros se dirigieron a las instalaciones de la Junta de Andalucía en la plaza Asdrúbal y tomaron la Delegación Provincial de Empleo, donde se encerraron hasta las 15.30 horas.

Forcejeo

Antes de conseguir entrar en el edificio administrativo, los manifestantes se encontraron con que un grupo de agentes del Cuerpo Nacional de Policía les impedía el paso de la estrecha entrada inferior al edificio. En un callejón de apenas dos metros de ancho se agolparon varias decenas de trabajadores que exigían acceder a las oficinas por esa entrada. Un pequeño grupo de policías avanzó entre ellos para dar apoyo a sus compañeros del interior. Mientras avanzaban se produjo un forcejeo entre un agente y uno de los manifestantes que acabó en una carga policial con la que, porra en mano, se disolvió del lugar a los presentes, que huyeron en loca carrera en todas direcciones. Los manifestantes aseguraron que una mujer hubo de ser trasladada a un hospital para recibir atención sanitaria. Varios de ellos mostraban contusiones enla cabeza y en el cuerpo. La Subdelegación informó de que dos agentes resultaron contusionados a consecuencia de los sucesos.

Los encerrados en el edificio público exigían un compromiso formal de entrevista con el presidente de la Junta, Manuel Chaves, y el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho. La Administración autonómica les ofreció un encuentro el próximo lunes con el delegado provincial de Empleo, Juan Bouza. Esta reunión fue rechazada «por insuficiente», según explicó el secretario general del Sindicato Andaluz de Trabajadores, antiguo SOC, Diego Cañamero. El alcalde de Puerto Serrano, Pedro Ruiz, aseguró que no se irían sin un compromiso formal a no ser que les desalojaran por la fuerza. Finalmente cedieron y abandonaron el edificio. Iniciaron una manifestación hasta la plaza de Mina. Sin embargo, medio centenar de los trabajadores tomaron un camino alternativo y acabaron asaltando un buque en el muelle.