El socialismo francés, por los suelos

El fracaso de la presidencia de François Hollande y las divisiones en la familia socialista colocan a la izquierda francesa en su peor crisis a menos de un año de las presidenciales

Corresponsal en París Actualizado: Guardar
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El socialismo francés ha desembocado en una de las crisis más graves de su historia, víctima del fracaso de la presidencia de François Hollande, de las divisiones del PS y el grupo parlamentario socialista y de la «balcanización» del resto de las izquierdas, socialistas, comunistas y ecologistas.

El vespertino Le Monde, históricamente sensible a las ideas, proyectos y personalidades del PS, ha consagrado al problema un amplio informe, destacado a toda página, en portada, presentado con tres titulares: «La socialdemocracia está en crisis en toda Europa». «Las izquierdas europeas están en un callejón sin salida». «En Francia, el Partido Socialista (PS) vive una de las crisis más graves de su historia».

En el caso francés, se trata de una crisis de identidad que tiene muchos rostros: crisis política, crisis electoral y crisis de liderazgo.

Crisis agravadas durante la presidencia de François Hollande, instalado en el podio del presidente más impopular de la V República, a ocho meses de la primera vuelta de la próxima elección presidencial.

Optimista imperturbable, Hollande no descarta presentar su candidatura a la reelección. Su guardia pretoriana ha comenzado a trabajar su posible plan de campaña electoral. Jean-Christophe Cambadelis, primer secretario del PS, ha lanzado el proyecto electoral de Hollande: una «Alianza Popular» que sería la «casa común» de «todas las izquierdas»… presentándose como una «línea Maginot», una «línea de fortificación y defensa» contra la «vuelta de la derecha».

Alternativas en el Gobierno

La Alianza Popular concebida por la pareja Hollande-Cambadelis ha provocado reacciones de cólera, resistencia y oposición contra Hollande, la burocracia interna del PS y el gobierno socialista. Tres ex ministros, Arnaud Montebourg (ex ministro de economía, socialista), Benoît Hamon (ex ministro de educación, socialista) y Cécile Duflot (ex ministra de la vivienda, ecologista) han anunciado sus candidaturas a la presidencia de la República, como posibles «alternativas» a la temida candidatura de Hollande.

El fracaso de Hollande como presidente ha hecho florecer una nube de rivales conocidos y emboscados. Manuel Valls, primer ministro, sueña con ser candidato a la elección presidencial: pero no presentará su candidatura si Hollande termina presentando la suya. Emmanuel Macron, ministro de economía, en funciones, ha creado su propio micro partido político, y ya está en campaña presidencial.

La pareja Valls-Macron sostienen una rivalidad personal muy dura, y ambos encarnan una línea «social liberal» que divide profundamente al PS y el resto de las izquierdas, donde todavía se esperan nuevos anuncios de nuevos candidatos a la presidencia de la República.

El PCF está hundido históricamente, pero no descarta apoyar a un candidato de «izquierda auténtica». A la izquierda del PS, Jean-Luc Melenchon, ex líder del Frente de izquierdas, ya postula por «otro líderazgo», «otra izquierda». Las familias ecologistas aspiran a presentar su propio candidato o candidata a la elección presidencial.

Ese arco iris de personalidades y candidaturas a la presidencia de la República tiene en común un profundo vacío ideológico, político y electoral. Nadie sabe cual es la «diferencia» entre el «social liberalismo» de la pareja Valls - Macron y la «síntesis socialista» de Hollande. Por su parte, Montebourg, Melenchon y Hamon defienden «otra política» cuyo denominador es denunciar el fracaso de la presidencia Hollande.

A ocho meses de la próxima elección presidencial todos los sondeos hacen el mismo pronóstico: Hollande sería eliminado por Marine Le Pen en la primera vuelta, si finalmente confirma su decisión de presentar su candidatura al frente de una todavía fantasmal Alianza Popular.

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