El «Penelopegate» hunde la popularidad de François Fillon

El «Penelopegate» ha cambiado el rumbo de la elección presidencial francesa, modificando los inestables equilibrios de fuerza entre los tres grandes favoritos, Marine Le Pen, François Fillon y Emmanuel Macron. El posible «empleo ficticio» de Penelope Fillon, cobrando 500.000 euros como asistenta parlamentaria de su esposo, se ha transformado en una «bomba fétida» que complica la campaña del candidato conservador y erosiona gravemente su popularidad personal.

A finales de noviembre, tras su victoria en las primarias del centro- derecha, en las que eliminó a Nicolas Sarkozy, un 54 % de los franceses decían tener buena o muy buena opinión de Fillon. Un mes más tarde, a finales de diciembre pasado, su cota de popularidad había caído al 42%. El jueves pasado, un día después del estallido del «Penelopegate», la cota del candidato conservador había descendido a un 38% de opiniones positivas.

Según un sondeo realizado por Odoxa, un 54% de los franceses consideran a Fillon un político «valiente», pero un 67% «no lo consideran honesto». Un 68% y un 61% tampoco lo ven «próximo a sus preocupaciones de cada día» ni «convincente». Quizá sea razonable pensar que esa caída de 18 puntos entre finales de noviembre y enero pudiera afectar al voto en la primera vuelta de la elección presidencial, el próximo 23 de abril.

Le Pen se crece

Según los últimos sondeos, antes del estallido del «Penelopegate», Le Pen se cotizaba como ganadora de la primera vuelta, con un 26% de intenciones de voto; seguida de François Fillon, con un 25% y Emmanuel Macron con un 21%. Según las mismas encuestas, Fillon se cotizaba como seguro ganador de la segunda vuelta, eliminando definitivamente a la candidata del Frente Nacional el 7 de mayo próximo. De acuerdo con las mismas estimaciones, cualquier candidato socialista será eliminado en la primera vuelta, relegado a un quinto puesto, detrás de Jean-Luc Mélenchon, populista de izquierdas, con un 14% de intenciones de voto en la primera ronda.

Si la popularidad de Fillon influirá en las intenciones de voto, como parece plausible, el «Penelopegate» tendría un costo inquietante para el candidato conservador, cuya eventual caída podría tener dos beneficiarios: Le Pen y Macron.

Imposible hace apenas un trimestre, la elección de Marine Le Pen como presidenta de Francia es hoy una hipótesis menos descartable que ayer. Candidato marginal hace un trimestre, Emmanuel Macron, exministro de Economía de François Hollande, crece en todas las previsiones.