Macron denuncia que el Kremlin sigue difundiendo falsedades

El equipo del candidato pide la intervención del Estado francés

Corresponsal en París Actualizado: Guardar
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El fantasma de Vladimir Putin y su posible injerencia, ciberataques y difusión de rumores y falsas noticias ha comenzado a influir en la campaña presidencial, ejerciendo presiones enfrentadas sobre los dos favoritos de la primera vuelta, Emmanuel Macron (social-reformista) y Marine Le Pen (extrema derecha).

El equipo de Macron sospecha que los medios de información y desinformación rusos, controlados por los hombres de mano de Putin, estuvieron en el origen, hace días, del rumor sobre la presunta «homosexualidad» del candidato social-reformista, que se apresuró a zanjar el embrión de falsa polémica con mucha y alegre elegancia.

Días más tarde, Richard Ferrand, secretario general de «¡En Marcha..!», el minúsculo partido de Macron, ha pedido la intervención oficial del Estado destinada a «garantizar que no habrá injerencias de una potencia extranjera en nuestra vida democrática».

Sin citar abiertamente a Putin, Ferrand alude al dirigente ruso de este modo: «Desde hace algún tiempo, dos grandes medios rusos, “Russia Today” y “Sputnik”, que pertenecen al Estado ruso, propagan rumores y noticias falsas, que son rápidamente “repicadas” por los medios franceses, con un efecto manipulador evidente». Ferrand teme que Macron sea el primer blanco de la desinformación o intoxicación rusa.

Macron se cotiza como posible futuro presidente de Francia, tras eliminar a François Fillon, candidato conservador en la primera vuelta, pudiendo derrotar en la segunda ronda a Marine Le Pen, según todos los sondeos de los últimos diez días.

El equipo del candidato social conservador teme el riesgo «desestabilizante» de una proliferación creciente de noticias falsas y rumores, a la manera de las injerencias rusas en la campaña electoral de los EE.UU. que dio la victoria a Donald Trump.

Jean-Marie y Marine Le Pen, por el contrario, sostienen desde hace años excelentes relaciones con los «patriotas» rusos, comenzando por Vladimir Putin y su guardia pretoriana. En su día, un banco ruso próximo al poder prestó dinero al Frente Nacional (FN) de la familia Le Pen. Desde su tribuna en el Parlamento Europeo (PE), los Le Pen llevan años reclamando una política europea «menos hostil» a Putin y el «pueblo ruso».

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