Una mujer viste un burkini
Una mujer viste un burkini - REUTERS

El Frente Nacional prohibiría el velo islámico en todo el espacio público de Francia

El brazo derecho de Marine Le Pen ha estimado que muchas de las mujeres que ahora se cubren con esa indumentaria no lo hacen por elección propia sino porque en muchos barrios «hay una presión social»

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El Frente Nacional prohibiría el velo islámico y otros signos religiosos «ostentosos» en todo el espacio público, la calle incluida, si llegara al poder en Francia, según ha anunciado este viernes el «número dos» del partido de extrema derecha, Florian Philippot.

En medio de la polémica que ha dominado el debate político en Francia durante el verano por la prohibición en algunos municipios del burkini en la playa, Philippot ha señalado en una entrevista radio-televisada por «RMC» y «BFM TV» que su propuesta es ampliar la ley de 2004 que ya restringe el uso del velo islámico en las escuelas o para quienes trabajan para la Administración pública. «Vamos a ampliar la ley de 2004» para llevar la prohibición «al conjunto del espacio público» y eso afectará al velo islámico, pero también a los que llevan grandes cruces cristianas a la vista o las kipas de los judíos, señaló el vicepresidente del FN.

Philippot, preguntado sobre si eso significará, por ejemplo, la prohibición de procesiones religiosas, ha respondido que no porque quedarían excluidos de la norma el personal religioso o las «manifestaciones tradicionales». También ha recordado que su partido ya había hecho esa propuesta de cara a las elecciones presidenciales de 2012 y justificó la medida porque «hoy hay una exhibición político-religiosa de gente que quiere provocar a la sociedad francesa». «Los defensores del velo o del burkini tienen muchos países en el mundo para defenderlos, no en Francia», sentenció.

El brazo derecho de Marine Le Pen ha estimado que muchas de las mujeres que ahora se ponen el velo islámico no lo hacen por elección propia sino porque en muchos barrios «hay una presión social» y «para no tener problemas». «Lo que pagamos son 30 ó 40 años de inmigración masiva» que han conducido a «un cóctel explosivo» en Francia, ha denunciado el vicepresidente del Frente Nacional, que también se ha pronunciado por la expulsión de los imanes que hacen discursos de odio, el cierre de las mezquitas radicales o el fin de toda financiación pública y financiación extranjera a las mezquitas.

A ese respecto, Philippot ha hecho hincapié en que «son los fieles los que tienen que financiar su culto». Del burkini, ha indicado que «es un uniforme político-religioso» que pretende «borrar a la mujer del espacio público».

Alrededor de 30 municipios, en particular en la Costa Azul, han prohibido el burkini en sus playas en las últimas semanas, la inmensa mayoría gobernadas por el partido conservador Los Republicanos del expresidente francés Nicolas Sarkozy, que por su parte quiere que se legisle para extender su interdicción a todo el país. «BFM TV» llevaba contabilizadas hasta hoy 30 multas entre Niza (24) y Cannes (6) en aplicación de esos decretos municipales.

Esta tarde, el Consejo de Estado va a dictaminar sobre el recurso contra uno de esos decretos de prohibición de la Liga de Derechos Humanos y del Colectivo contra la Islamofobia en Francia. Una decisión que debería sentar jurisprudencia y abrir una nueva página de la polémica sobre el burkini.

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