Alejandro Toledo, en una imagen de archivo
Alejandro Toledo, en una imagen de archivo - EFE

El expresidente peruano, Alejandro Toledo, acusado de cobrar sobornos en el caso «Lavajato»

Un empleado de la empresa brasileña Odebrecht asegura que el exmandatario recibió viente millones de dólares para autorizar la construcción de una carretera

Lima Actualizado: Guardar
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La gran investigació del caso Lavajato -Lavacoches- sobre los sobornos que pagó la empresa brasileña Odebrecht en doce países de América Latina se cobró a su primer pez gordo en Perú: Alejandro Toledo, presidente del país entre 2001 y 2006. Toledo ha sido acusado de recibir 20 millones de dólares en un soborno por autorizar la carretera interoceánica, según reveló su exgerente, Jorge Baratta.

A raíz de las declaraciones de Baratta, empleado de Odebrecht, que testificó que Toledo había recibido el pago; el fiscal peruano Hamilton Castro ordenó su captura internacional y el registro de su vivienda en Lima.

Veinte millones de dólares

De acuerdo con la Fiscalía, Odebrecht sobornó a Toledo a través del empresario Joseph Maiman, amigo del expresidente, quien meses después giró 20 millones de dólares a la empresa offshore «Ecoteva» con sede en Costa Rica.

La cita donde Toledo, Maiman y Baratta cerraron el trato tuvo lugar en Brasil en 2004.

En una entrevista al diario «El comercio», Toledo señaló: «Yo no tengo nada. Lo que ha dicho el señor Maiman es una prueba de él, que él tiene sus negocios, ¿Qué tienen que ver conmigo? Por favor…Busquen mis cuentas…No entiendo un carajo». En un último mensaje compartido en Facebook, la esposa de Toledo subió fotos de la pareja en París, al tiempo que reseñó que «hay una persecución política armada sin ningún dato, ninguna prueba de las acusaciones verbales de los medios.

El Director del Instituto de Estudios Peruanos, Ricardo Cuenca dijo a ABC que el escándalo «es un duro golpe para la democracia en Perú porque en el imaginario, Toledo encarnó la recuperación de la democracia en el 2001, tras los diez años del gobierno fujimorista donde el robo y el latrocinio fueron moneda corriente». «La investigación del caso Lavajato y lo que siga revelando es una dura prueba para el gobierno de Kuczynski, quien fue primer ministro durante el gobierno de Toledo. Es su examen mas difícil y en el que deberán optar por hacer política, y olvidarse de que hay que prescindir de ella para poder gobernar un país tan complejo como Perú», agregó Cuenca.

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