En el paso fronterizo de Oncüpinar, niños refugiados hacen cola para regresar a SiriaAFP

Diez mil plazas vacías en Kilis

Ankara dice que sólo abrirá el paso a los miles de sirios que huyen de Alepo «cuando sea necesario»

ENVIADO ESPECIAL A KILIS Actualizado: Guardar
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Turquía solo abrirá su frontera a las decenas de miles de sirios que huyen de las bombas rusas «cuando sea necesario». Hasta que esto ocurra, las 10.000 plazas libres del campo de refugiados que se encuentra justo al lado del paso fronterizo de Oncüpinar (Bab al Salam), junto a la localidad de Kilis, continuarán vacías.

Los sirios que huyeron de su país antes de este última éxodo masivo, que la Media Luna Roja turca estima en 90.000 en todo el norte de la provincia de Alepo, disfrutan de las buenas condiciones que presenta el campo. Suelo asfaltado de adoquines, alumbrado eléctrico, parque con columpios y una gran escuela son algunas de las buenas infraestructuras que muestra el campo de Oncüpinar. Allí residen 11.000 personas, según fuentes oficiales, y algunas viven allí prácticamente desde el principio.

Es el caso de Ahmed Hasn, joven de 18 años. Los once miembros de su familia lo acompañan en el campo y asegura sentirse muy contento allí. De origen turcomano, procedente de la ciudad de Idlib, Ahmed se dedica a ayudar a la traducción entre árabe y turco a otros refugiados que llegan al país.

En el campo destaca la gran presencia de niños, que no se cansan de jugar a fútbol y perseguirse en bicicleta. No obstante, en sus alrededores también es posible encontrar a guerrilleros. Algunos no dudan en afirmar que combaten con Al Nusra, la filial de Al Qaida en Siria. Mientras que otro joven aseguraba: «Aquí de Daesh no hay nadie, pero de Al Nusra sí hay muchos».

«Si la guerra se acerca al otro lado de la frontera, dejaremos pasar a las personas que se encuentran allí», señala un miembro de la oficina del Primer Ministro. «Mientras, les ayudaremos como hasta ahora mandando ayuda humanitaria, como ya estamos haciendo». Allí se han construido ocho campos y ahora se trabaja a contrarreloj para aumentarlos y mejorarlos.

La Unión Europea, a través de su máxima responsable diplomática, Federica Mogherini, criticó el cierre de la frontera y aseguró que la ayuda de 3.000 millones de euros es para «garantizar la acogida de aquellos que buscan asilo político». A pesar de ello, la presión para que Ankara abra la verja ha ido decreciendo. Durante la jornada de ayer, ni la Media Luna Ruja turca ni el Gobierno interino opositor sirio pidieron durante sus intervenciones a los pies del paso fronterizo la apertura del mismo.

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