Obama, unas vacaciones de riesgo

El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa Michelle disfrutaron hace unas semanas de sus primeras vacaciones en las Islas Vírgenes Británicas, después de ocho largos años al frente de la Casa Blanca. Según informó el medio estadounidense TMZ, la pareja se alojó en las islas privadas «Necker y Moskit», propiedad del multimillonario y amigo Richard Branson, fundador de Virgin Group.

El expresidente y su mujer disfrutaron de sus primeras vacaciones felices y relajados. La página web del empresario publicó esta semana un post en el que el multimillonario contaba su experiencia con el matrimonio Obama.

«Fue un gran honor invitar al presidente Barack y Michelle Obama a las Islas Vírgenes Británicas para un descanso después de que Barack terminase su segundo mandato como presidente y la familia dejase la Casa Blanca», comenzaba en reportaje en el que Branson contaba algunas de las anécdotas vividas esos días.

«Una de las primeras historias que Barack me contó cuando llegaron a la isla de Moskito fue que justo antes de convertirse en presidente había navegado en Hawái. Cuando entró al frente de la Casa Blanca, el nuevo jefe de su equipo de seguridad le dijo de manera tajante: ‘Esta será la última vez que usted navegue en ocho años’. Por lo que Obama durante su mandato no pudo disfrutar de los deportes acuáticos que tanto amaba», según cuenta el empresario en su blog, el hecho de haberle ofrecido la oportunidad de practicar kitesurf al expresidente fue un motivo de orgullo para él. «Barack comenzó a aprender kitesurf en la playa de Necker durante dos días seguidos, como si volviese a ser un niño», dijo asegurando que el hecho de que fuese expresidente implicaba tener un montón de seguridad a su alrededor, pero sin embargo fue capaz de relajarse y disfrutar del deporte.

«Después de todo lo que ha hecho por el mundo, yo no podía escatimar su merecida victoria», expresó Branson en referencia a una puesta que ambos hicieron para ver quién aguantaba en la tabla por mayor tiempo. «En su próxima visita, tenemos la intención de practicar con la cometa, y esa vez espero ganar».

Siempre pendiente de su país

Sin embargo, incluso de vacaciones, Obama siguió en el punto de mira de la vida política de su país. El día que Donald Trump firmó el veto temporal de entrada al país a ciudadanos de varios países en su mayoría musulmana, Obama envió un comunicado a través de su portavoz, a diferencia del pasado cuando utilizaba sus habilidades como orador para hacer frente alos problemas de la nación, en el que apoyaba las protestas contra el orden migratorio del nuevo presidente. «El presidente Obama se siente alentado por el nivel de compromiso que está teniendo lugar en las comunidades de todo el mundo. Los ciudadanos están ejerciendo su derecho constitucional a reunirse, organizarse y que sus voces sean escuchadas por los funcionarios elegidos. Esto es exactamente lo que esperamos ver cuando los valores estadounidenses están en juego», reza el documento en el que el primer presidente negro aseguró al público que no dudaría en apoyar la causa. «Con respecto a las decisiones de política exterior, el presidente Obama no está de acuerdo con la idea de discriminar a los individuos a causa de su fe o religión».

El futuro de la familia Obama

La ex primera familia alquiló una mansión multimillonaria cerca de la Casa Blanca durante los próximos dos años, hasta que su hija menor, Sasha, complete sus estudios en la escuela secundaria. Malia mientras tanto, se está tomando un año sabático después de su graduación, se sabe que recientemente ha aceptado una oferta de prácticas con el productor de Hollywood, Harvey Weinstein.