Don Felipe y Doña Letizia disfrutan de un fin de semana cultural en Madrid

Don Felipe y Doña Letizia se escapan al centro de la capital siempre que pueden. Este fin de semana, además de acudir a su habitual cita con el cine, Sus Majestades han abandonado el palacio de la Zarzuela para ir al teatro.

El pasado viernes, la sala número 20 de los cines Cinesa Manoteras estaba abarrotada de espectadores. Todos ellos esperaban ansiosos la proyección de «Spectre», la última entrega de James Bond. Cuando las luces se apagaron un grupo entró en la sala. Se trataba de Don Felipe y Doña Letizia que, acompañados por varios miembros de su equipo de seguridad, se disponían a ver a Daniel Craig en acción.

Cuando la película, que se emitió en versión original, terminó los Reyes comentaron el filme con algunos espectadores que se acercaron a hablar con ellos.

Aunque ninguno de ellos les pidió una foto para inmortalizar el momento, cuando los Reyes salieron de la sala y se dirigieron al ascensor sí coincidieron con un periodista del portal «Informalia». La Reina, que acudió al cine con unos pantalones vaqueros y una chaqueta de lana, le preguntó qué le había parecido la película. Su «colega» de profesión le contestó: «Es que ya se sabía el final… ¡El bueno se va con la chica!». La Reina, que al igual que Don Felipe es una apasionada del cine, le recordó que no siempre había sido así: «En Quantum of Solace la chica muere».

A las siete de la tarde del domingo se produjo una escena parecida cuando los Reyes, acompañados por otra pareja de amigos, acudían a los Teatros del Canal para disfrutar de la última obra de los argentinos Ricardo Darín y Érica Rivas, «Escenas de la vida conyugal».

Siempre que van al cine o a cenar, los Reyes destacan por su cercanía y sencillez. Así lo han demostrado en otras ocasiones, como el pasado 26 de septiembre, cuando volvieron a los Cinesa Manoteras para disfrutar de la versión original de «Irrational Man», la última película de Woody Allen. Después, sobre las doce de la noche, Sus Majestades llegaron a Gumbo, un restaurante de comida típica de Nueva Orleans donde los platos oscilan entre los 6 y los 18 euros.

Cuando los Reyes hacen este tipo de escapadas siempre intentan pasar inadvertidos y esperan ser tratados como dos clientes más. Por eso, aparecen en el restaurante sin avisar, habiendo hecho una reserva en nombre de otra persona. «Madrid tiene cosas que molan. Pero pasear por Malasaña y cruzarte con los Reyes está a otro nivel», contaba un usuario de Twitter que les vio aquella noche. La noticia trascendió cuando una joven les pidió una foto y Don Felipe y Doña Letizia posaron con total naturalidad. La joven comentó en las redes que su abuela iba a enmarcar la imagen.