Marujita Díaz fotogarfiada en su casa de Madrid en enero de 2015
Marujita Díaz fotogarfiada en su casa de Madrid en enero de 2015 - Belén Díaz
GENTE

Los amigos de Marujita Díaz no perdonan el olvido de su familia

Marili Coll y José Manuel Parada, entre otros, se lamentan de que sus herederos no hayan organizado homenajes ni misas en su memoria

Madrid Actualizado: Guardar
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La convocatoria fue a través de un boca a boca y, así, algunos de los amigos incondicionales de la desaparecida Marujita Díazconsiguieron reunirse esta semana en el funeral que le dedicaron en la iglesia de los Sagrados Corazones de Madrid, ante la falta de interés de los familiares de la artista que ni acudieron ni se ponen al teléfono. Nueve meses han pasado desde que la singular artista falleciera en la intimidad, el 23 de junio de 2015, y sin querer hacer un espectáculo de su enfermedad. «Pero eso no quita que sus herederos honraran su memoria y la figura tan importante que fue en el mundo del espectáculo», se queja una de las amigas, la diseñadora Marili Coll.

La diseñadora no entiende cómo, a estas alturas, no se le haya rendido el homenaje que se merecía y que algunos hayan estado esperando en vano todo este tiempo.

También el televisivo José Manuel Parada ha tenido palabras contra los familiares de la que fuera su compañera de tantas aventuras y se lamenta de la manera en la que han dejado a Marujita en el olvido. Asegura que el mismo día se su muerte se negaran a hablar con él.

Hay que recordar que el legado de la actriz y cantante fue casi íntegramente para su sobrina, la hija de su adorada hermana Emilia, que falleció antes que ella. «Marujita quería por encima de todo a su hermana, era pasión. Y también estaba muy unida a su sobrina. Pero es verdad que en los últimos tiempos estaba siempre con una amiga de absoluta confianza, Mila, que era quien la traía y la llevaba a todas partes», asegura otro íntimo. Precisamente ella fue quien preparó la misa celebrada esta semana en su memoria, que terminó con el coro de la iglesia interpretando «Cuando un amigo se va» y la ovación que todos los asistentes le dedicaron a la fallecida artista. «Las palabras del sacerdote han sido muy emocionantes pero lamento mucho que fuéramos sólo unos pocos. Es una pena que nadie se encargue de poner en el lugar que se mece el nombre de Maruja. No entiendo a su familia ni me parece lógico lo que están haciendo», se lamenta Coll.

Sin duda, un triste adiós para una mujer que fue muy alegre y que protagonizó algunos de los capítulos más disparatados de las crónicas televisivas, como su relación-montaje con el cubano Dinio. Este exnovio pretendió «vender» que había recibido varios millones de euros en herencia, historia totalmente inverosímil y que no le duró ni un telediario.

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