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Dos semanas para reponer un monolito y horas para limpiar insultos a Carmena

El Consistorio repone el homenaje al Alférez y la Complutense borra pintadas contra la alcaldesa

Madrid Actualizado: Guardar
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La celeridad y disposición para restituir los monolitos al Alférez Provisional, situado junto al Retiro, y el de las Brigadas Internacionales, en la Universidad Complutense, han sido diametralmente opuestos. Aunque ambos recuperaron ayer su estado original, uno porque volvió a su emplazamiento y el otro tras borrar unas pintadas contra Manuela Carmena, el Ayuntamiento de Madrid ha necesitado dos semanas y la universidad apenas apenas unas horas.

Los motivos, no obstante, también eran dispares. El Consistorio que dirige Carmena se ha visto obligado a recular porque el pasado 29 de enero retiró irregularmente el homenaje al Alférez. En el caso de la Universidad, porque el recuerdo a las Brigadas Internacionales amaneció ayer con pintadas ofensivas contra la regidora y los protagonistas del monumento.

«Carmena, hija de puta», escribieron los vándalos con spray negro en la parte baja del monolito. La Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales publicó posteriormente en su página de Facebook que los garabatos se hicieron tiempo después de otro anterior, ya limpiado, en el que podía leerse «Brigadistas asesinos». Según fuentes de la Complutense, la última pintada fue borrada por la tarde, a instancias del propio centro.

En la plaza de Felipe IV, el ramo de flores con la bandera de España que un vecino anónimo había dejado tras la retirada del monolito pasó a estar acompañado por el monumento de granito que había estado allí hasta la controvertida maniobra del área de Cultura. Eliminado supuestamente por sus referencias al franquismo, el Ayuntamiento dio marcha atrás porque, al igual que en otros vestigios, «estos hitos se retiraron de su emplazamiento sin mediar el necesario acto administrativo». Lo mismo que ocurrió en la lápida al falangista José García Vara, en la calle de Arrieta; o en la placa dedicada a los ocho carmelitas fusilados en el cementerio parroquial de Carabanchel Bajo.

Lo que en la Universidad Complutense se tomó casi como un formalismo, en el caso del Gobierno municipal ha sido muy distinto desde que estalló la polémica. En primer caso, porque la reposición del monolito del Alférez no es sino la confirmación de que la Cátedra de la Memoria Histórica actuó errónea y arbitrariamente. También porque esta retirada ha dejado en evidencia a la edil de Cultura, Celia Mayer, y a la portavoz del Ayuntamiento, Rita Maestre, que aseguró que el monumento al Alférez Provisional no se retiraría.

Uno de los argumentos que ha podido pesar en el Consistorio es la posibilidad de que se sucedieran acciones legales por la irregularidad de su procedimiento.

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