Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid
Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid - ISABEL PERMUY

PP de MadridCifuentes espera un gesto de Génova para decidir su candidatura

La presidenta quiere hablar con el partido esta semana; no ve mal una gestora para poder ganar tiempo

MADRID Actualizado: Guardar
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Cristina Cifuentes tenía previsto desde hace tiempo dedicar a su familia el día de San Valentín. La presidenta de la Comunidad de Madrid estaba completamente «desconectada de todo» cuando recibió una llamada de sus asesores para comunicarle la renuncia de Esperanza Aguirre. «No sabía nada», acertó a responder. Efectivamente, la dirigente autonómica no conocía los pasos de la lideresa, que solo llamó a Rajoy para avanzarle sus intenciones.

La marcha -sorpresiva- de la presidenta del PP de Madrid ha provocado que todo el mundo mire hacia Cifuentes como principal candidata a tomar el liderazgo del partido. No ha habido semana que no se lo preguntaran. Ante la insistencia de los medios de comunicación, ella siempre responde con una frase de Julio César.

«Cuando lleguemos a ese río, cruzaremos a ese puente». Hasta ahora, la propia Cifuentes y su equipo veían muy lejos el asalto al trono del PP de Madrid, pero el repentino anuncio de Aguirre ha precipitado los acontecimientos. De repente, el río y el puente se encuentran a un palmo de sus narices.

Cifuentes ha dado orden a su equipo de no dar ni un paso en falso en los próximo días. El mensaje que ayer envió a los suyos fue bastante evidente: «Mañana quedamos para hablar». Quiere ser la próxima presidenta del PP de Madrid, y considera que está legitimada para ello. Pero también sabe que en Génova anda el río revuelto a cuenta de los últimos resultados electorales y las conversaciones entre el PSOE y Podemos para formar gobierno. Un ejemplo que ilustra la prudencia que le ha pedido a los suyos es que ayer por la tarde decidió suspender una entrevista que tenía pactada para anoche en 13TV tras conocer la renuncia de Aguirre. «Qué voy a decir ahí si no sé lo que piensa Génova al respecto», reflexionaba ante sus asesores.

Está previsto que en los próximos días Cifuentes se vea con dirigentes de Génova para conocer de primera mano cuáles son las intenciones que tiene con respecto al PP de Madrid. Una vez que el partido mueva ficha, hará pública su decisión, tanto si es en una dirección como en otra.

A la presidenta autonómica no le importaría que se montara una gestora para controlar el partido en Madrid durante los próximos meses, a la espera de la convocatoria de un congreso regional de cara al verano. Eso le daría tiempo para preparar su candidatura y, además, para seguir centrada de momento en su tarea al frente del Gobierno regional.

«Destrozado, desnortado...»

Aunque le ha cogido por sorpresa, Cifuentes sabe que este momento, tarde o temprano, tenía que llegar. Su entorno justifica el aterrizaje de la presidenta regional en el despacho de la primera planta de Génova. «El partido hace tiempo que está destrozado, desnortado... Nadie se ocupaba de él. En los últimos meses ha recibido la visita de varios alcaldes y dirigentes municipales del partido que le piden que dé ya un paso al frente». Ella insiste que antes quiere hablar con Génova para no pisar ningún callo.

En Madrid, hace tiempo que se hacen quinielas para ver quién osa disputar el trono a Cifuentes. Muchos piensan que la mano de Aguirre seguirá siendo alargada dentro del partido y puede «bendecir» otras candidaturas, como la del alcalde de Boadilla (y diputado nacional) Antonio González Terol, o la del regidor de Alcorcón, David Pérez. En el horizonte también se vislumbra la opción de Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP. De momento, Aguirre reclama listas abiertas para elegir a su sucesor.

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