Imagen de una cámara de seguridad de un butrón recientemente cometido en una tienda de telefonía móvil
Imagen de una cámara de seguridad de un butrón recientemente cometido en una tienda de telefonía móvil - ABC
Sucesos

La Policía tiene fichados a más de 200 butroneros en Madrid

Los investigadores detectan seis nuevas células de 50 jóvenes que conforman una «tercera generación»

MADRID Actualizado: Guardar
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La Policía Nacional ha elaborado un censo de más de 200 delincuentes en Madrid que se dedican a perpetrar robos con fuerza por el método del butrón. En este listado, que suma centenares de antecedentes (si no miles), aparecen por supuesto los que llevan ya 20 años en los bajos fondos de la región, con Francisco Javier Martín Sáez, « Niño Sáez», a la cabeza y como mayor exponente. Pero desde hace unos meses también hay unos 50 de la nueva hornada, la tercera generación de delincuentes de este pelaje, más jóvenes.

Según ha podido saber ABC, este último medio centenar conforma seis grupos que, a veces, se retroalimentan en cuanto a sus miembros. Son, como la mayoría, españoles.

De hecho, si en algo son mejores los cacos nacionales, es en la técnica del butrón, por encima de otras comunidades, como la rumana o latina, que está haciendo sus «pinitos», aunque con poca fortuna para ellos. La nueva remesa la conforman chavales que apenas superan los veinte años; es decir, nacidos en la década de 1990, que fue en la que sus «maestros» empezaron a estampar coches contra las vidrieras de los comercios para robar: la época dorada de los alunizajes.

Al paso de los años, esos pioneros se pasaron al butrón, que puede reportar ganancias mucho mayores, habida cuenta de que sus objetivos principales son joyerías, concesionarios de coches de lujo e incluso entidades bancarias. Desde hace unos años, nombres como «Niño Sáez», «El Taca», «Aarón», « El Piojo», « El Troll», «El Libanés», «El Rana», «Moha», «El Calambre», «Vitorio», «Niño Juan», «Niño Moro», «Giorgio» y un largo etcétera se han pasado a palabras mayores: algunos, a asaltos a almacenes judiciales de droga, de donde se han llegado a llevar cientos de kilos; otros han montado entramados societarios para blanquear fortunas millonarias amasadas a sus apenas 35 años de media de edad, a golpe de percutor y oxicorte.

Uno de ellos fue arrestado hace cosa de un mes. Raúl Gil Castañares, apodado « El Taca» por lo tacaño que es, tenía pendiente una orden de detención por el asalto a una joyería de Santander, de hace unos años. Está considerado «el rey Midas de la lanza térmica». A sus 37 años, vive en un chalé de más de 300 metros, con piscina y jardín en la zona acomodada de Parque Coimbra, con su mujer y dos hijos. A diferencia de muchos colegas suyos, no va de prostitutas ni es muy fiestero. Pero sí invierte en ladrillo. Posee un piso en la calle de Égica, en Latina, otro chalé en una urbanización de Marugán (Segovia) y una casa de campo en Sevilla la Nueva. Su patrimonio inmobiliario supera el millón de euros.

«Hay más que nunca»

Los nuevos butroneros son «muy jóvenes, a veces van a robar a cara descubierta, tienen pocos antecedentes policiales y son más asalvajados». Este último adjetivo hace referencia a que son menos cuidadosos y más temerarios. Salen a robar cada quince días. «Hay más butroneros que nunca», añaden nuestras fuentes.

Aunque residen en Vallecas, Usera y Villaverde, se desplazan a otros puntos de España a robar, sobre todo el norte (Galicia, Asturias, Cantabria...). Un ejemplo lo protagonizaron hace unos días en un centro comercial a las afueras de Burgos. En esta ocasión, utilizaron mazas para reventar el escaparate de una joyería, en horario nocturno. Arramplaron con todo lo que pudieron y se dieron a la fuga. No les importó que saltara la alarma.

Pero los comercios que más victimizados tienen estos chavales son aquellos «más fáciles de hacer»:tiendas de telefonía, estancos o perfumerías.

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