PodemosEspinar continúa su purga: manda al exportavoz al gallinero y destituye a tres asesores errejonistas

La purga de Ramón Espinar en Podemos no cesa. Después de fulminar a José Manuel López como portavoz de la formación en la Asamblea, el diputado también ha sido relevado al «gallinero» de la Cámara regional. Además, su sucesora en el cargo, Lorena Ruiz-Huerta, comunicó este miércoles la destitución del jefe de gabinete y de otros dos asesores, próximos a Íñigo Errejón.

El grupo parlamentario de Podemos envió el pasado 2 de enero un escrito a la Mesa de la Cámara con la nueva composición de la formación en el hemiciclo, tras los cambios realizados en las últimas semanas. López, en apenas tres semanas, ha pasado de ocupar la portavocía a sentarse en la última fila de la bancada «morada».

Fuentes cercanas a la Asamblea detallaron a ABC que el exportavoz se situará en el escaño número 136, en el antepenúltimo asiento, a partir del primer Pleno de hoy. En segundo término, el grupo parlamentario ha aplazado hasta la semana que viene el nuevo reparto de comisiones, derivado de la sustitución de López.

Año nuevo, sitio nuevo. Seguiré trabajando por los madrileños y madrileñas me siente donde me siente. pic.twitter.com/JZj46urvw5

— José Manuel López (@JoseManuel_Lop) 12 de enero de 2017

Desde la formación «morada», no obstante, aseguran que López tendrá un papel «protagonista» en la distribución de tareas, según informa EP. Ruiz-Huerta, en su primera comparecencia como portavoz, aseguró que la situación demandaba hacer «modificaciones forzosas» en el grupo parlamentario. La diputada procede de los anticapitalistas, que apoyaron a Espinar en la lucha por la secretaría general de Podemos en la Comunidad de Madrid, reflejo de la pelea entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón por el control del partido.

La polémica depuración interna, sin embargo, no se limita al exportavoz, sino que se extiende a todo lo que tiene que ver con el frente errejonista. Lorena Ruiz-Huerta comunicó también el cese de Agustín Baeza, cargo de confianza de López, como jefe de gabinete; de Rodrigo Amírola, que trabajaba en la elaboración de documentos, y de otra asesora, también afín a Errejón.