De Pekín a Madrid: premio por llevar 50 años en la misma empresa

Cumplir 50 años en la misma empresa es, en el mundo actual, algo casi heroico. En China, una firma dedicada al cuidado de la salud ha decidido dar un premio a sus empleados que cumplen medio siglo a su servicio: les paga un viaje de incentivos a Madrid, donde permanecerán durante cuatro días cumpliendo todos los tópicos: toros, paella y Teatro Real.

La firma, ubicada en Pekín, se llama C&S Grace Oligosaccharide-biological Engineering. Los homenajeados son más de 3.000 personas, los de más antigüedad en el trabajo, que su empresa se encargará de traer a la capital de España, alojar, y mostrar algunos de sus principales encantos, tanto turísticos como culturales, gastronómicos o de compras.

Está previsto, por ejemplo, que visiten los principales museos de la capital, y que sean agasajados con platos típicos de la cocina española.

También se ha incluido en el programa realizar desplazamientos de este numeroso grupo de turistas a ciudades cercanas a la Comunidad de Madrid como la monumental Toledo o Segovia, para que puedan disfrutar de su famoso acueducto.

Las autoridades madrileñas de turismo están encantadas con esta iniciativa, que atrae a la capital y a la región a un mercado turístico creciente y con un enorme potencial de desarrollo, dadas las dimensiones de la población china. Según explicó el director general de Turismo, Carlos Chaguaceda, en los últimos años, el turismo procedente del mercado chino se ha incrementado notablemente, situándose un 46,4 por ciento por delante del que viene de Japón, que a su vez ha experimentado un aumento del 21,1 por ciento.

Un «tour» íntegro

Esta «invasión» de visitantes procedentes del país asiático, que llegarán el próximo otoño, no es la primera: ya el año pasado hubo otra oleada similar, que llegaron invitados también por su jefe, Li Jinyuan.

En este caso, los trabajadores del grupo Tiens disfrutaron de un tour, pagado íntegramente por el empresario, en el que recorrieron diferentes países, entre los que se encontraba España. Madrid estuvo incluida en el recorrido, y sus empleados llegaron en una veintena de vuelos fletados por el magnate, llenó cuatro trenes de alta velocidad, contrató 70 autobuses de gran tamaño y reservó 1.650 habitaciones de hotel.

No hace falta decir que tan sustanciosa visita fue muy bien recibida por las autoridades madrileñas. Los trabajadores, que llegaron escalonadamente a lo largo de dos días fueron recibidos por la alcaldesa Manuela Carmena en el Ayuntamiento madrileño. También disfrutaron de una curiosa recepción por parte de la Comunidad de Madrid en un tablao flamenco.

Entre las atracciones con que se les agasajó –porque Li Jinyuan «no ha escatimado en gastos», como señalaba en un comunicado–, los empleados chinos pudieron participar de un espectáculo taurino «light» en el municipio de Moralzarzal, donde no se utilizaron banderillas ni se dio muerte al animal para no herir la sensibilidad del público.

También visitaron joyas arquitectónicas como el Palacio Real y centros comerciales de la capital. La Comunidad desea que este tipo de viajes se conviertan en una tradición.