El exalcalde de Móstoles y diputado del PP en un Pleno de la Asamblea
El exalcalde de Móstoles y diputado del PP en un Pleno de la Asamblea - IGNACIO GIL

Ortiz, a un paso de ser imputado, se resiste a dejar el acta de diputado

Preocupación en el PP de Cifuentes: perdería la mayoría en la Asamblea si se pasara al Grupo Mixto

Madrid Actualizado: Guardar
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El futuro judicial inmediato del diputado del PP Daniel Ortiz Espejo complica seriamente la estabilidad del Gobierno regional de Cristina Cifuentes, que procura medir bien los tiempos ante una salida que se asume que será inminente. Utilizando una expresión recurrente de la presidenta autonómica, la Justicia dio ayer «un paso más» para que Ortiz sea investigado –imputado– formalmente. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) aceptó ayer su competencia para investigar al exalcalde de Móstoles por su presunta implicación en la trama corrupta Púnica. La Sala Civil y Penal del TSJM recoge así el testigo del magistrado de la Audiencia Nacional que lleva esta macrocausa, Eloy Velasco, y que tuvo que inhibirse por la condición de aforado del político madrileño.

El juez considera que Ortiz utilizó su anterior cargo de mandatario municipal para influir en la adjudicación de un contrato de 73 millones de euros a Cofely, por el que prestaba los servicios energéticos y de suministros en la localidad. A cambio, presuntamente, la multinacional habría otorgado «mordidas» por valor de 746.000 euros tanto a Ortiz como al exedil de Medio Ambiente Alejandro Utrilla y su hermano Mario, diputado regional.

Pese a que el cerco se estrecha, el ahora diputado del PP de Cifuentes se resiste a dejar el acta. La presidenta recordó ayer que la «línea roja»de su código ético la marca la imputación formal. «Estaremos esperando a ver qué deciden los jueces», dijo. «Si es investigado, debe irse», insisten en Génova, donde han optado por agotar los trámites de la Justicia para aplazar el incendio que muchos en el PP ven venir y que ya vivieron cuando Alberto López Viejo, Alfonso Bosch y Benjamín Martín Velasco fueron imputados por el caso Gürtel en 2009. Aguirre les expulsó del grupo tras negarse a irse.

«Se siente abandonado»

Un compañero de bancada justificaba ayer el inmovilismo de Ortiz: «Él está seguro de su inocencia y siente que se le ha abandonado en esto». «Ya pidió antes ir a declarar como testigo. Está deseando poder defenderse», añadió un portavoz del grupo popular en la Asamblea.

Pero a nadie se le escapa que si, como algunos temen, Ortiz se enroca y no deja su acta, el frágil equilibrio aritmético del PP (48 diputados) y Ciudadanos (17) en la Cámara, cederá. Si se va al Grupo Mixto, las fuerzas quedarían empatadas con el bloque de izquierdas:PSOE (37)y Podemos (27).

«No adelantemos acontecimientos. Dani tiene un compromiso firmado y no es un diputado raso, es miembro de la dirección del grupo. Cumplirá con el código ético», subrayaron desde el grupo popular.

Ciudadanos presiona

La oposición da por hecho que la imputación es «cuestión de días». «Sinceramente, espero que no tengamos que pedir su dimisión. De lo contrario, pondría en riesgo el acuerdo de investidura», dijo el líder de Ciudadanos y socio preferente del Gobierno, Ignacio Aguado. «Estamos ante la crónica de una imputación anunciada», sostuvo José Manuel López (Podemos), mientras que José Manuel Franco (PSOE) pidió no hacer distingos entre «el nuevo y el viejo PP».

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