La calle Juanelo es una de las más afectadas por el cierre de comercios chinos
La calle Juanelo es una de las más afectadas por el cierre de comercios chinos - BELÉN RODRIGO

La nueva vida de la plaza del Cascorro, el antiguo barrio chino de Madrid

En la zona han cerrado numerosos comercios chinos. Las restricciones de tráfico han provocado la salida de estos negocios y poco a poco están siendo ocupados por gente joven y emprendedora

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Mucho ha cambiado el que en su día fue conocido como uno de los barrios chinos de Madrid. En las calles colindantes a la Plaza del Cascorro, en pleno barrio de Lavapiés, se suceden los locales cerrados que hasta hace unos años o incluso meses eran negocios chinos. La calle Juanelo es un claro ejemplo de una travesía fantasma, con puertas continuas que tienen el cierre echado, pintado con grafitis y con anuncios de «se alquila».

Hasta hace un par de años estas calles estaban llenas de tiendas dirigidas por chinos, en su mayoría de venta al por mayor. Calles estrechas en las que el ir y venir de coches y furgonetas supuso durante mucho tiempo un problema para los vecinos.

Era uno de los numerosos «Chinatowns» que se establecieron en Madrid, con centenares de establecimientos dedicados principalmente a la venta de ropa, calzado y complementos, así como tiendas de alimentación y de electrodomésticos.

Los lunes era uno de los días con más jaleo en este barrio. En el Bar Cruz lo saben bien, en la calle Maldonadas, porque era el día en el que se llenaba de los clientes de las tiendas chinas. «Eran sobre todo gitanos, porque eran los que más compraban en estas tiendas» cuenta a ABC uno de los camareros de este bar. «Ahora el barrio ha cambiado para mejor, en los locales que se han quedado vacíos han abierto fruterías, panaderías y muchos bares para gente joven porque esta zona tiene mucha vida por la noche», puntualiza. Para Mar Suárez, una vecina de este barrio, el cambio ha sido también positivo. Aunque esta zona sigue siendo complicada para ir en coche, «no tener las furgonetas en doble fila ayuda bastante». El ambiente «también es más agradable».

Una vez que esta zona se convirtió en barrio residencial las tiendas han ido sucesivamente cerrando las puertas. «Ahora están casi todos en el polígono de Fuenlabrada», explica a ABC el gerente de Viscontti Fashion, una de las pocas tiendas abiertas en la calle Juanelo. «Aquí venia gente de toda España y ahora se van directamente al polígono. Los pocos que nos hemos quedado vamos resistiendo como podemos», añade. En el 2007 Embajadores se convirtió en Área de Prioridad Residencial (APR) aunque las negociaciones con los comerciantes permitieron que se salvasen algunas calles. En el 2014 se ampliaron las restricciones provocando la salida de muchos comercios.

Nuevos inquilinos

Ahora en ese barrio han llegado nuevos inquilinos. Es el caso de El Barbero, que desde hace siete meses ocupa un local en la calle Embajadores, en el número 10. Mario, dueño de esta barbería, ha dejado el espacio que tenía en Malasaña y se ha instalado en esta zona. «Vivo en este barrio y al quedarse vacíos muchos locales he podido alquilar uno por un precio asequible, para estar en el centro», explica a ABC. Son espacios amplios, «con grandes escaparates que están dando lugar a nuevos negocios».

Como vecino ha notado un gran cambio en estas calles que en los últimos años «estaba muy degradado, con muchas cajas y residuos por todos lados», añade. La salida de las tiendas chinas ha permitido la entrada de otros negocios, sobre todo dirigidos por gente joven y emprendedora. Tal es el caso de antiguo teatro Pavón, ahora convertido en el cafépavón. «Estamos atrayendo gente joven e incluso hay afluencia de otros barrios», subraya Mario.

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