«El Troll» (izquierda), con el «Niño Sáez» (primero por la derecha»s
«El Troll» (izquierda), con el «Niño Sáez» (primero por la derecha»s - ABC
Sucesos

El imperio criminal del «Troll», el lugarteniente del «Niño Sáez»

El violentísimo Ismael Arriero Valcárcel tiene tejida una red testaferros y el «honor» de haber perpetrado el mayor robo de joyas de la historia: 23 millones de euros

MADRID Actualizado: Guardar
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Se llama Ismael Arriero Valcárcel, tiene 34 años y le apodan «El Isma» o «El Troll», por su extraordinaria fealdad. Dicen, incluso, que ha llegado a operarse de la cara para mejorar su aspecto. Detrás de esa vulgar presentación hallamos al lugarteniente de Francisco Javier Martín Sáez, el «Niño Sáez», de cuyo asesinato hoy se cumple una semana. Aquella mañana de domingo, le lloraba en plena calle, a unos metros del cadáver.

Arriero echó sus dientes criminales en Las Torres, una de las zonas más degradadas de Villaverde y cuna de buena parte de la remesa de aluniceros del Madrid de los años 90. El «mafiosete» del barrio acabó protagonizando el mayor robo de joyas de la historia: 23 millones de euros en relojes de primeras marcas

. ABC desveló el golpe en exclusiva, perpetrado el 2 de diciembre de 2012 en el edificio que la distribuidora Diarsa tiene en Ciudad Lineal, casi pared con pared con la M-30.

Hoy se cumple una semana del asesinato de su jefe, el «Niño Sáez», al que esa mañana lloraba en la calle

Aquella madrugada, comandaba a un ejército de 14 ladrones, en el que destacaba su hermano José Luis. Se hicieron con nada menos que 1.700 relojes de las marcas Hublot, Locman, Ulyusse Nardin, Pamiagiani, Eberhard, Cuervo y Sobrino, Boucheron... Colocaron una partida a unos chinos por 180.000 euros, que revendieron por 300.000 en Shangái, vía Dubai. Solo este detalle es un ejemplo de la profesionalización de este criminal y su banda.

La investigación policial, muy extensa, le relacionó también con otro palo similar, en enero de 2011: la sustracción de 12 millones de euros en relojes de otro almacén madrileño, en Francisco Silvela. Nunca quedó probada su participación ni tampoco la de Sáez, cuyo nombre también se barajó en las comisarías.

«El Troll» pudo cometer el robo de Diarsa porque estaba en libertad tras el asalto al depósito de droga de Málaga, ocurrido en noviembre de 2011. Se detuvo junto al «Niño Sáez» y Jean Joseph Younes, «El Libanés», pero quedó libre al no poder constatarse que estuviera allí. Sus dos compinches sí que pasaron por prisión preventiva e incluso se sentaron en el banquillo a finales de este marzo. Aún no se conoce la sentencia (para los cinco encausados la Fiscalía pedía una suma de 80 años), pero a Sáez ya eso no le importa. No se encuentra en el mundo de los vivos.

Protagonizó una huida de película en el entierro de su padre, al que tuvo que ir con custodia policial

Sin embargo, el verdadero poderío delictivo de Arriero no está solo en su voracidad y pericia en los robos; también en cómo mueve sus botines. Operaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional (como la Bravo) y la Guardia Civil (Olimpia) dejan ver cómo ha tejido una red de testaferros, entre quienes se encuentran, por su puesto, parientes cercanos, pero también otros «mafias».

Dos de sus familiares, por ejemplo, tenían ingresos declarados de 300 euros al mes cada uno. Pero poseían 18 inmuebles, valorados en 1,8 millones, además de 15 coches de lujo y cuatro empresas pantalla. Así blanquearon más de 2 millones de euros. La red disponía de 60 cuentas bancarias, algunas con movimientos superiores a los 800.000 euros.

La familia del «Troll» siempre ha sido un elemeto clave. El momento más surrealista lo protagonizó en 2008, cuando asistió al entierro de su padre, en La Almudena. Lo hizo bajo custodia policial, al encontrarse entre rejas... pero sus allegados más próximos la emprendieron contra los guardias civiles que lo acompañaban, hasta conseguir que el delincuente escapara.

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