Sanatorio de Marina, en Los Molinos (Guadarrama)
Sanatorio de Marina, en Los Molinos (Guadarrama) - ABC
CURIOSIDADES DE MADRID

Lo que esconde el sanatorio militar abandonado en la sierra de Guadarrama

El esqueleto del edificio, cerrado desde 2001, alimenta todo tipo de leyendas y rituales relacionados con el más allá

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Muchos aseguran haber experimentado episodios paranormales en el sanatorio militar de Los Molinos, en plena sierra de Guadarrama, pero no tantos se atreven a volver. Esta afirmación, acaso fruto de la superstición y la leyenda popular, acompaña al antiguo hospital de tuberculosos del municipio serrano, abandonado después de una vida a pleno rendimiento hasta el año 2001.

El esqueleto del edificio, grisáceo e imponente, sombra de lo que un día fue, aporta argumentos a su consideración fantasmagórica. Como ocurre en otros viejos sanatorios ubicados en la sierra, cuenta con una historia paralela de espíritus y presencias extrañas. Quien lo ha visitado tras su cierre asegura escuchar ruidos inexplicables en su interior. Uno de los más comunes es un estruendo en las escaleras, como si un grupo enorme corriera escalones abajo.

Al cruzar los pasillos, llenos de escombros y pintadas, se dice que tienes la sensación de que unos pasos te persiguen. Al mirar atrás o al hueco de las escalera lo único que encuentras es tu propia sombra y el eco de tu presencia. En las paredes de lo que un día fue la sala de espera, la cafetería o las habitaciones, ahora pueden verse grafitis y pinturas satánicas. Es habitual que, en este tipo de construcciones abandonadas, los amantes del ocultismo acudan para realizar sus macabros rituales, sugestionados por la naturaleza misteriosa del entorno.

Aunque los más supersticiosos dicen que el Sanatorio de Marina, como era conocido, esconde una leyenda sobre almas que quedaron atrapadas en su interior, los menos creyentes aseguran que tiene una explicación muy sencilla, compartida con el resto de hospitales cerrados. Suele ser okupado por vagabundos y utilizado para hacer botellones y apuestas, así como los citados rituales. Los pasos, dicen, no son más que los animales que se han resguardado bajo su techo, convirtiéndolo en un espacio de paso y hozo.

El sanatorio militar de Los Molinos fue levantado en 1943 para sanar a los militares españoles con dolencias respiratorias. La pureza del aire de la sierra era óptima para su tratamiento. Enorme, de seis plantas, durante años se especializó en neumología, siendo un referente en este campo. Sin embargo, los avances médicos en esta enfermedad condenaron al hospital a renovarse, algo que no llegó a consumar. En 2001, el Ministerio de Defensa cerró sus puertas y, desde entonces, ha sido objeto de saqueadores, curiosos, vándalos y seguidores de lo paranormal que no solo han estigmatizado su nombre, sino que también han destrozado sus instalaciones.

Ver los comentarios