Asalto a Mercamadrid: cinco butrones en una noche, un botín superior a los 21.000 euros y grandes destrozos

A butronazo limpio. Así actuó la banda de delincuentes que se introdujo la medianoche del viernes en Mercamadrid y realizó cinco robos de una sola tacada, sin llamar la atención de los vigilantes que controlan las instalaciones. En total, lograron apoderarse de un botín superior a los 21.000 euros, según precisaron fuentes policiales, a tenor de las denuncias presentadas por los afectados.

Además de las pérdidas económicas, los cacos realizaron importantes destrozos materiales, tal y como reconocieron a ABC algunos de los damnificados. Los asaltantes buscaron la forma más fácil para colarse, ya que al recinto no se puede pasar con vehículo cuando las instalaciones están cerradas. Por ello, lo hicieron a pie y encapuchados, con el fin de pasar desapercibidos en la gigantesca superficie de más de dos millones de metros cuadrados. No en vano se trata del mayor espacio comercial de alimentación para mayoristas de Europa.

Eran tres individuos. Debían tener muy bien amarrado el golpe. Se cree que pudieron haber saltaron la valla por la zona de la M-40. Una vez dentro, se dirigieron al Mercado Central de Carnes, que se encuentra al lado, en la zona opuesta a los dos accesos. Es la hipótesis más probable, de lo contrario debieron recorrer la mitad de las instalaciones a pie, con el riesgo de ser detectados por personal de seguridad.

Ya en la calle Veintinuo, forzaron las cerraduras de dos naves correspondientes a las empresas cárnicas Oviso y Carsana. Una vez en su interior, penetraron en las demás, entre ellas J. Gamero y Frigoríficos Bandeira, haciendo pequeños butrones desde los aseos a otras dependencias de los recintos, según confirmaron fuentes de la investigación. Todo ocurrió en los Módulos 10 y 11. El peor parado fue un negocio del que los delincuentes se apoderaron del grueso del botín: unos 20.000 euros en efectivo.

«Me han roto dos puertas»

De los demás, las cantidades que sustrajeron eran menores 500, 400 y 300, casi todo en monedas. «En mi caso han sido más valiosos los daños materiales ocasionados que el dinero; entre otras cosas me han roto dos puertas», se limitó a decir el responsable de Frigoríficos Bandeira. Precisó que era la primera vez que le robaban. El resto de las empresas no quisieron dar información. Indicaron que «no estaban autorizadas».

Las cámaras grabaron a los tres delincuentes entrando y saliendo a pie de las instalaciones, mientras que uno de los vigilantes de seguridad los vio cuando se marchaban. Ya era tarde y no pudo hacer nada. Seguro que les esperaba un coche para huir.

La zona de los butrones pertenece a empresas de la Agrupación de Industrias Cárnicas Madrileñas (AIE). Están dentro de Mercamadrid, pero su gestión es privada. Así lo indicó la gerente, María Ángeles Goizueta que incidió en los destrozos causados.