Puestos ilegales en Alberto Palacios (Villaverde)
Puestos ilegales en Alberto Palacios (Villaverde) - RAFA ALBARRÁN

Alerta ante la campaña de Navidad: Mercadillos ilegales sin control

La decisión de Carmena de eliminar el grupo policial de paisano dispara la venta de comida de origen ilícito

Madrid Actualizado: Guardar
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La supresión del Grupo de Apoyo Zonal (GAZ) de la Policía Municipal en la Subinspección Suroeste ya se está haciendo notar en los cinco distritos donde operaba: Arganzuela, Latina, Usera, Villaverde y Carabanchel. La venta ilegal ambulante se ha recrudecido desde que el Gobierno de Manuela Carmena (Ahora Madrid) decidió acabar de un zarpazo con el patrullaje especial de paisano en zonas sensibles de esos barrios. «Una decisión incomprensible», según distintas fuentes policiales, a tenor de los excelentes resultados cosechados en sus catorce meses de funcionamiento.

El intercambiador de Aluche es uno de los puntos calientes. La Unidad Integral del Distrito de Latina «está desbordada». Sus mandos han solicitado incrementar el servicio sin uniforme, que es la manera más eficaz de luchar contra este tipo de ilegalidad que hace mucho daño a la sociedad: se venden en plena calle productos perecederos sin control alguno, lo que repercute en la salud de los consumidores.

La eliminación del GAZ no se ha podido hacer en peor momento, justo en el inicio de la campaña de Navidad, a primeros de noviembre. Este diario pudo comprobar la semana pasada cómo los puestos de fruta y verdura sin licencia campaban a sus anchas por el paseo de Alberto Palacios, en Villaverde. Una práctica que se repite en las calles de la Oca y de la Laguna (Carabanchel), en Marcelo Usera...

Productos robados

Lo mismo está pasando en parques como el de Pradolongo (Usera), el del Pan Bendito (Carabanchel) y el de las Cruces (Arganzuela). Son lugares en los que se vende y consume a diario comida y bebida de origen totalmente no recomendable. En los mercadillos ilegales también se trafica con ropa, cosméticos y utensilios de higiene personal que en algunas ocasiones proceden de robos.

Más tercermundista aún es la imagen que se aprecia la madrugada de los viernes y sábados en la confluencia de la calle de Méndez Álvaro con la glorieta de Atocha, en Arganzuela. Desde hace años, se monta allí un zoco en el que se venden desde alimentos caducados procedentes de contenedores de supermercados (también sustraídos) a cualquier cachivache inservible. Es la primera imagen que se encuentran muchos turistas al bajar del AVE e ir a buscar un taxi en la parada habilitada allí mismo, a pie de mercadillo ilegal.

Merma de la plantilla

El concejal de Seguridad, Javier Barbero, y su director general de Policía Municipal, Andrés Serrano, han abierto otro frente más en su contestadísima gestión en el área. Además, se mantiene una merma en las plantillas de los cinco distritos que va del 12% al 15% y el 20% en algunas Unidades Integrales; pero el caso más sangrante es el de Usera, donde alcanza un déficit del 30%, siendo uno de los más conflictivos de la capital, apuntan fuentes policiales.

Esta situación de descontrol en la venta ambulante no, sin embargo, privativa de los cinco distritos mencionados. En la Unidad de Puente de Vallecas están que se suben por las paredes. «Ojalá aquí hubiéramos tenido un GAZ, porque estamos hasta arriba de venta ilegal en zonas como la calle del Monte Igueldo, la propia avenida de la Albufera o en Pedro Laborde», precisan otros informantes.

La imagen que ofrecía este viernes, sobre las nueve de la noche, la mismísima Puerta del Sol no podía ser más lamentable. Decenas de subsaharianos extendían sus mantas en el centro de la plaza más transitada de la capital, sin que la Policía Municipal pudiese actuar. Barbero y lo suyos quieren un Cuerpo «más de proximidad y menos represivo», una afirmación que tiene con las garras afiladas a los sindicatos.

La desaparición del GAZ viene motivada más por criterios políticos que operativos, porque los datos lo reflejan. Desde su puesta en marcha en septiembre de 2014, las llamadas ciudadanas por problemas de venta ilegal se redujeron a la mitad. En sus doce primeros meses de funcionamiento, el Grupo de Apoyo Zonal intervino nada menos que 340 toneladas de género perecedero; y desde enero de 2015 al 15 de octubre último, 246 toneladas. El 90% de todo lo requisado por las cinco Unidades de Distrito donde operaba. También trabajaba en el control de parques: animales peligrosos, bandas latinas, armas y trapicheo de droga.

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