Xosé Manuel Beiras: histrión y mentor de Pablo Iglesias

El veterano líder nacionalista Xosé Manuel Beiras pasará a la historia del parlamentarismo autonómico como un diputado que llevaba al extremo las formas del debate antes incluso de que se pusiese de moda la denominada «nueva política». En el imaginario colectivo de los gallegos vivía ya para siempre su imagen puesto en pie en su escaño, zapato en mano, protestando airadamente una intervención de un diputado popular, en lo que se hizo ver como un homenaje al mandatario soviético Nikita Jruschov.

La vuelta a la primera línea de la política de Beiras tras hacer implosionar a su partido, el BNG, y presentarse con Alternativa Galega de Esquerda a las autonómicas de 2012, convirtió la vehemencia natural de un catedrático de Economía considerado por propios y ajenos un intelectual hasta la fecha en un discurso agresivo trufado de faltas de respeto hacia los adversarios, concretamente hacia los miembros del Partido Popular.

Beiras convirtió la campaña electoral en una batalla campal, en la que instaba a «echar al mar» a los populares. Entró con fuerza en el Parlamento gallego y desde entonces el tono no paró de subir. Entregado al histrionismo, el portavoz, que el próximo mes cumplirá 80 años, en los últimos tiempos ha llorado en la tribuna de oradores, gritado, insultado e interrumpido sistematicamente a los diputados rivales.

Alguno de los episodios más graves protagonizado por uno de los referentes reconocidos del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias -que llegó a decir que si no lo hubiese conocido quizá nunca hubiese dado el salto a la política-, han tenido que ver con su relación con el presidente de la Xunta. Durante una sesión de control al Gobierno autonómico en 2013, el izquierdista se acercó al escaño de Alberto Núñez Feijóo y golpeó su mesa entre gritos. Este mismo miércoles, también en una sesión parlamentaria, repitió la escena, pero esta vez su víctima fue el portavoz del PPdeG, Miguel Tellado, al que llamó en repetidas ocasiones «mamón» y lo acusó de «estar mintiendo a la ciudadanía».

Alumnos aventajados

No es Beiras el único que maneja el vocabulario grueso en el compostelano Pazo do Hórreo. Desde que entró con sus discípulos en la Cámara gallega son habituales los gritos de «indecentes», «criminales» o «mafiosos» desde la bancada de lo que se ha dado en llamar «rupturismo» hacia la de los populares.

También ha causado polémica en este tiempo la interpretación que ha tenido en su grupo la actividad de Resistencia Galega, considerada única banda terrorista en activo en España, a los que Beiras llegó a tachar de «chavales cuyo único objetivo es ejercer su indignación».