El presidente de la Xunta, ayer durante su comparecencia ante la prensa para confirmar la fecha electoral
El presidente de la Xunta, ayer durante su comparecencia ante la prensa para confirmar la fecha electoral - EFE
Consello extraordinario

Núñez Feijóo convoca las elecciones autonómicas para el 25 de septiembre

Opta así por hacer coincidir la cita con las urnas con la del País Vasco, como sucedió en las dos últimas ocasiones

Aunque prefería octubre, señala que no parece adecuado votar en dos autonomías con semanas de diferencia

Santiago Actualizado: Guardar
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El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, despejó ayer las dudas sobre la convocatoria de las elecciones autonómicas previstas para este otoño. La fecha elegida ha sido el 25 de septiembre, por lo que se celebrarán el mismo día que las vascas. El líder autonómico convocó ayer por la tarde de urgencia a su gabinete para comunicarles la decisión tomada. Unas horas antes, en un acto en La Coruña, anunció que había llegado el momento de anunciar su determinación, ya que contaba con toda la información necesaria para poder fijar un día.

En su comparecencia ante los medios de comunicación, Feijóo recordó que su intención siempre fue la de celebrar la cita con las urnas en octubre, pero también la de hacerla coincidir con la del País Vasco.

Una vez descartada la posibilidad de cumplir ambas premisas, el líder gallego explicó que entiende como más razonable hacer prevalecer la segunda, porque «no parece lógico celebrar elecciones en dos territorios que están a pocos cientos de kilómetros de distancia con una diferencia de unas semanas».

El líder autonómico también se quiso referir a la situación política española y lamentó el «hastío» que puedan sentir los gallegos, ya que en algo más de siete meses tendrán que acudir tres veces a las urnas, «y quizá en algo más una cuarta» —en caso de que se repitiesen de nuevo las generales—, pero también recordó que «esta situación no es culpa de Galicia, ya que la legislatura autonómica expiraba este otoño». Del mismo modo, al ser preguntado sobre si cree que habrá antes nuevo Gobierno en Madrid o en la Xunta, señaló que «sería una mala noticia para todo el mundo» que se formase antes en la Comunidad, y matizó que, si vuelve a recibir el mandato de los gallegos trabajará en contar con un nuevo Ejecutivo «desde el 26 de septiembre». Además, el presidente avanzó que no se agotarán los plazos para la constitución del próximo Parlamento, que se celebraría el 21 de octubre en aras de agilizar la aprobación de los presupuestos.

A preguntas de los periodistas sobre si la aceleración de los plazos influirá en sus días de descanso, Feijóo se permitió la licencia de bromear. «La campaña empieza el día 9 de septiembre, pero no tendría mucho sentido que después de convocar las elecciones lo celebrase marchándome de vacaciones. Habrá que intentar descansar, pero el mes de agosto será de mucha intensidad política», señaló.

La oposición, a pie cambiado

Pese a que se conocía que las elecciones serían en otoño, y se barajaba como una de las fechas más probables el 2 de octubre, la convocatoria ha cogido con el pie cambiado a algunas formaciones. Este es el caso de Ciudadanos, con una crisis interna crónica desde hace semanas entre dimisiones y expulsiones, sin candidato y sin haber finalizado un programa electoral que presentaban como «prioritario» y del que habían llegado incluso a poner fecha a su puesta de largo.

Luis Villares
Luis Villares - Cedida

Las Mareas viven momentos convulsos debido a su relación con Podemos. La formación de Pablo Iglesias está inmersa en una consulta telemática a sus inscritos que finaliza hoy y en la que decidirá si concurrir en solitario a los comicios o pactar de nuevo con los que fueron sus socios en las elecciones municipales y generales, con los que su relación se encuentra en los momentos más tensos debido al pulso que les está echando el partido morado. Quienes hasta hace poco tiempo se perfilaban como segunda fuerza en Galicia por encima del PSOE tampoco tienen cabeza de cartel, aunque a falta de confirmación oficial, el favorito para el puesto sigue siendo el magistrado del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia Luis Villares. Teniendo en cuenta que con el anuncio de ayer, las candidaturas deben estar cerradas el 22 de agosto, la izquierda radical deberá cerrar su política de alianzas, su candidato y la formación de sus listas en apenas tres semanas.

Cuestionado acerca de la situación con la que se enfrenta la izquierda gallega a esta cita, Feijóo incidió en la idea de que no debería haberles sorprendido el anuncio, pues sabían desde diciembre la fecha aproximada, y se les confirmó la misma en junio, cuando, recordó, pudo haber convocado unas elecciones para que coincidiesen con las generales. «El problema de los demás partidos no es el día en el que se celebren las elecciones. Su problema es mucho más profundo, y es el de no tener proyecto político para Galicia», zanjó.

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