El presidente de la Xunta pronunció su Mensaje de Fin de Año desde el Puente Romano de Orense
El presidente de la Xunta pronunció su Mensaje de Fin de Año desde el Puente Romano de Orense - CEDIDA

Feijóo advierte que «Galicia no aspira a ningún privilegio, pero tampoco los aprueba»

El presidente de la Xunta afirma en su Mensaje de Fin de Año que «la democracia necesita ser afectiva y efectiva»

Santiago Actualizado: Guardar
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El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se trasladó a las orillas del río Miño, a su paso por el Puente Romano de Orense recientemente restaurado, para enviar su Mensaje de Fin de Año. En él reclamó acuerdos en clave autonómica y nacional, con una clara advertencia hacia las reivindicaciones de otras comunidades como Cataluña: «Galicia no quiere más que nadie, pero tampoco menos. No aspira a ningún privilegio, pero tampoco los aprueba. Galicia aboga por esa nación equilibrada y solidaria que consagra la Constitución hecha y refrendada por todos». Por eso defendió que tanto en el debate sobre la financiación autonómica como en la construcción del AVE «el interés permanente de Galicia está basado en la justicia y en el trato ecuánime».

«No se trata de compromisos con Galicia, sino también de compromisos con la España cohesionada y vertebrada de la que orgullosamente formamos parte», afirmó.

El líder autonómico, el único que dispone de una mayoría absoluta después de las elecciones celebradas en septiembre, pidió a las fuerzas políticas gallegas «cohesión» para defender estos postulados, pero también para atajar otros retos. El primero, que la recuperación económica sea «irreversible y completa». Además, ante el grave problema demográfico que comunidades como Galicia padecen, demandó «una reacción política y social unánime». El tercero de los desafíos para los que Feijóo solicitó consenso fue la lucha contra la violencia machista. Para atajarla, instó a crear «un frente común contra los verdugos donde no caben fronteras partidarias». Por último, aludió al riesgo de exclusión social, «que no permite matices».

Como «un vecino más»

«La democracia necesita ser afectiva y efectiva –recordó Feijóo–. Sin afectos, no pasa de ser una fórmula fría. Sin eficacia, incumple uno de sus principales propósitos». En su opinión, Galicia supone un ejemplo en este aspecto:«Estamos logrando que la autonomía nos cohesione todavía más, por encima de diferencias ideológicas, territoriales o generacionales. Las discrepancias siempre tienen un camino para llegar al acuerdo, que surge tras normales discrepancias».

«Las discrepancias siempre tienen un camino para llegar al acuerdo, que surge tras normales discrepancias»

El líder gallego reconoció que «los pasos no son tan rápidos como quisiéramos para acabar con el paro» y que «el camino para que el nivel salarial sea el acertado no está culminado». Pero reivindicó que su territorio está hoy «mejor que hace un año social y políticamente». En ese contexto leyó el resultado de las urnas, que le confiaron un tercer mandato que poco antes se creía inalcanzable: «El pueblo valoró el pasado, pero sobre todo expresó sus deseos de futuro».

De cara a ese futuro, avanzó su intención de «recuperar a los compatriotas que trabajan fuera». «Nadie es prescindible en la Galicia que nos une», declaró Feijóo, que se presentó como un «vecino más» cuyo hogar también se ve afectado en estas fechas por situaciones cotidianas pues, tras perder a su padre en 2016, pronto nacerá su primer hijo: «Sé que en todas las familias, también en la mía, hay ausencias y preocupaciones, pero también ilusiones».

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