Coto a los alojamientos alegales con la vista en los 5 millones de turistas

Se acabó eso de alquilar tu casa a viajeros al libre albedrío. El sector turístico se quejaba desde hace tiempo de lo que considera una competencia desleal que necesita ser reglada y la Xunta ha atendido su petición con la aprobación de un decreto que fija los requisitos que una vivienda deberá cumplir para que un particular pueda obtener beneficios con ella al ponerla a disposición de cualquier visitante. El Consello Consultivo tendrá que dar ahora su visto bueno antes de que entre en vigor en los próximos meses.

La medida llega en un momento en el que el turismo crece en la Comunidad a un ritmo del 12 por ciento anual. De hecho, preguntada por ABC, la directora de la Axencia de Turismo, Nava Castro, anticipó este jueves que la cifra definitiva de visitantes en 2015 será de unos 4.550.000 y se mostró convencida de que este mismo año, con la apertura de la Puerta Santa por el Jubileo de la Misericordia, se alcanzarán los 5 millones de turistas.

Para que una casa pueda ser usada con fines turísticos de forma recurrente a cambio de una contraprestación económica será necesario que se presente una declaración responsable en el Área de Turismo de la provincia donde se ubique y, a continuación, inscribirla en el Registro de Empresas y Actividades Turísticas de la Comunidad Autónoma. Para cumplir este trámite, deberá contar con una serie de mínimos: estar suficientemente amueblada y dotada con «todo lo necesario para su uso inmediato», detalla la Xunta. También tener calefacción en cada dependencia que use el cliente, teléfono 24 horas, servicio de asistencia y mantenimiento y hojas de reclamación. No se podrá alquilar por estancias, sino que deberá hacerse de forma íntegra a través de un único contrato.

Esta regulación viene a completar a la existente con la creación de la categoría explicada, denominada «vivienda de uso turístico», y que se suma a las de «apartamento turístico» (pisos, chalés, bungalows o similares dedicados por entero al viajero y que no son residencia permanente de nadie) y «viviendas turísticas», en las que los requisitos son más estrictos: ser establecimientos unifamiliares aislados, no ofrecer más de diez plazas y contar con instalaciones para conservar, elaborar y consumir alimentos, entre otros.

Francisco González, presidente del Clúster de Turismo, comentaba en una entrevista a este diario el pasado lunes la problemática existente por la proliferación de esta práctica: «Entendemos que ese sector existe, pero queremos una regulación y garantías de la calidad que se da. Todo el mundo tiene derecho a vivir, pero tenemos que trabajar en las mismas condiciones». Y este jueves el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, enumeraba algunos beneficios de este decreto, que tendrá un impacto económico-social, en fiscalidad y tributación, en la calidad de la oferta, garantizará la seguridad de los usuarios y su satisfacción, evitará el intrusismo y la competencia desleal y las molestias generadas a los vecinos.

Cena gallega para la OMT

El visto bueno a esta normativa se produjo el mismo día en que Castro avanzó la programación de Galicia en Fitur, la Feria Internacional de Turismo que se celebrará la próxima semana en Madrid. En ella, la Comunidad renueva su stand —de casi mil metros cuadrados— donde la gastronomía y el Camino servirán como principales estandartes. Se podrá obtener en él el primer sello de la credencial del peregrino. La programación por el Año de la Misericordia será presentada allí, además de los nuevos trenes turísticos estivales.

Además de talleres con el artesano Xosé Manuel Sanín y catas de vinos y quesos con el sumiller Nacho Costoya, Galicia se ocupará, el próximo miércoles, de la cena en la Gala de los Premios a la Excelencia y a la Innovación Turística de la Organización Mundial do Turismo (OMT), que estará dirigida por el chef Pepe Solla, uno de los trece Estrellas Michelin gallegos.